Audi RS4 2012, el station wagon con el que muchos soñamos

Por Autoproyecto News - 2012/02/15

Audi fue el primer fabricante en pensar en un vehículo tan loco como el RS2, un station wagon que era capaz de opacar a muchos superautos de su época, igual que lo hizo años después el RS4, también conocida como “Mataferraris”. Diez años después de que la primera edición de RS4 (B5) abandonara los concesionarios, aparece una tercera edición de la endemoniada vagoneta, la cual será presentada en el Auto Show de Ginebra el próximo y tendrá a Györ, Hungría, como sede de su producción a mano.

Audi RS4 es un vehículo de alto desempeño que permite el uso diario, lo hace con un motor V8 de 4.2 litros con 450 caballos de fuerza acoplado a una transmisión S tronic de siete velocidades y la adiestrada tracción quattro; el tren motriz es un viejo conocido, que también trabaja en el RS5. El station wagon será capaz de alcanzar las 62 mph (100 Km/h) en escasos 4.7 segundos y tendrá una velocidad máxima limitada a 155 mph (250 Km/h), aunque el cliente podrá incrementar ese límite a 174 mph (280 Km/h) bajo pedido y con unos dólares de por medio.

La combinación interior denota la deportividad de este RS de Audi, combinado principalmente en negro con detalles en cromo, que fungen como elementos de control e interruptores. Dada su deportividad, incluye incrustaciones de fibra de carbón, aluminio mate y terminados en negro piano. Los asientos delanteros son casi como los de un auto de carreras, con un excelente soporte lateral pero sin perder la comodidad y lujo a los que está acostumbrado el conductor de un auto de este tipo; por lo que están forrados en cuero y alcántara, además que cuentan con ajuste eléctrico de serie.

Conociendo a sus antecesores, estamos seguros que RS4 será un gran vehículo. Uno de esos ideales para ir de vacaciones a toda velocidad y con el auto lleno, cinco pasajeros sin problemas en su interior y por si fuera poco, capacidad de hasta 1,430 litros en el maletero; y todo lo anterior, con la calidad y deportividad a la que la marca de los cuatro aros tiene acostumbrados a sus clientes.

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