50 aniversario Porsche 917, nació para derrotar a Ford y Ferrari

Por Javier Mota - 2019/06/10

La celebración 50 aniversario Porsche 917, recuerda los inicios de una era que le permitió a Porsche despegar como gran marca con el nacimiento del 911, en 1963.

Bajo la batuta de Ferry Porsche, la firma de Stuttgart evolucionó de forma rápida y eso también incluyó unas mayores ambiciones deportivas. Porsche ya no buscaba ganar en su categoría, sino las victorias absolutas.

Incluso sus autos cambiaron de color, que pasó del gris plata alemán de la preguerra. A partir del 906, los autos oficiales blancos de Porsche destacaron en la zona alta de la parrilla y a los motores de 2 litros sucedieron los 2.2, los 2.4 y los 3 litros (en el 908).

Ferdinand Piëch, sobrino de Ferry, era el ingeniero que dirigía el departamento de competición de Zuffenhausen, tenía un solo objetivo: derrotar a Ford y Ferrari en carreras de resistencia y, sobre todo, en las 24 Horas de Le Mans.

La retirada oficial de Ford y un reglamento de compromiso poco definido habían permitido que el veterano Ford GT40 todavía superara a los modernos prototipos con motor de 3.0 litros de Porsche en 1968, y todavía lo hizo con el cambio de normativa en 1969.

En julio de 1968, Piëch logró el permiso para diseñar un auto aún más potente con destino a la siguiente temporada.

El nuevo reglamento establecía un límite de cilindrada de 5.0 litros y la obligatoriedad de fabricar al menos 25 unidades antes de la homologación de la FIA. Tenía solo 9 meses para crear el vehículo más potente de la historia de Porsche y construir veinticinco unidades.

El chasis no sería un problema, porque era una evolución del tubular del 908, todo en aluminio. Como el motor iba a ser más grande, el piloto iría más adelantado, con los pies por delante del eje delantero.

El equipo del ingeniero Helmut Flegl consiguió un peso pluma de 103.6 libras (47 kilos). Un par de años más tarde también se fabricaron en magnesio -28.6 libras o 13 kgs. más ligeros- y hasta fueron presurizados con aire comprimido, para detectar fácilmente posibles fisuras.

Pero el corazón del nuevo modelo, denominado Porsche 917, iba a ser un enorme motor de 12 cilindros opuestos refrigerado por aire, con una capacidad inicial de 4.5 litros.

El equipo del ingeniero Hans Mezger unió dos bloques de seis cilindros y, para no tener un cigüeñal tan largo, situó la toma de potencia en el centro.

Porsche 917, joya de la tecnología alemana

Equipado con inyección mecánica Bosch, proporcionaba 520 caballos de fuerza  a 8,400 revoluciones por minuto. Hasta 1971 fue ganando cilindrada, primero 4.9 litros y más tarde 5.0 litros, para alcanzar los 630 caballos a 8,300 rpm, mucho más  que  un auto de Fórmula 1  de la  época, gracias.

Porsche fabricó también una sofisticada caja de cambios sincronizada, apta para 4 o 5 velocidades, y un autoblocante trasero al 75%.

Todo ello fue vestido con una carrocería similar a su hermano pequeño, el Porsche 908 coupé, realizada en fibra de vidrio (aún se hacían en aluminio) con un peso de 182.9 libras (83 kilos).

Como mayores prestaciones exigían mayor estabilidad, los ingenieros de Porsche diseñaron flaps delanteros y unos ingeniosos alerones traseros móviles conectados a la suspensión, una solución que en 1968 también se usó en Fórmula 1 hasta su prohibición posterior.

Con todo, la carrocería tuvo que ser drásticamente rediseñada en 1970 porque era muy inestable a alta velocidad.

En marzo de 1969 las primeras 25 unidades del Porsche 917 se alinearon frente al edificio "Werk 1" de la fábrica para ser inspeccionadas por la FIA, y el auto también se convirtió en la atracción principal del Auto Show Ginebra.

Luego vino una dura temporada de puesta a punto, con una sola victoria en Austria y muchos abandonos. Pero en 1970, el 917 ya estaba listo para enfrentarse al 512S de Ferrari.

Varios Porsche 917 fueron vendidos a equipos privados, pero la propia fábrica mantuvo tres formaciones oficiales: John Wyer Automotive, con los colores de Gulf; Porsche-Austria y Martini Racing Team.

Infatigable, no dejó de evolucionar con más caballos de fuerza, nuevas carrocerías "cola larga" para Le Mans, chasis más ligeros, ruedas más anchas, mejores frenos...

Dos victorias en el Campeonato del Mundo de Marcas y las dos primeras victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans de 1970 y 1971 lo convirtieron en un modelo legendario.

Su superioridad le valió el veto de la FIA con un nuevo cambio de reglamento. Entonces, el 917 fue mandado a Estados Unidos para disputar las Series Can-Am. Las versiones 917/10 y 917/30 arrasaron a las marcas americanas en su propio terreno durante los dos años siguientes, pero después fue vetado de nuevo.

A pesar de todo, el mito del Porsche 917 ya estaba ahí y ha permanecido en el tiempo como el mejor modelo de competición fabricado por la marca de Stuttgart.

Página oficial 24 Horas de Le Mans

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