La competencia automovilística más prestigiosa del mundo es nada menos que la Pebble Beach Concours d’Elegance. Todos los años, en agosto, presenta una competencia espectacular donde sólo pueden competir los mejores autos del mundo. Siguiendo la tradición, este mes más de 200 automóviles y motos procedentes de 33 países se alinearon en el hoyo 18 de la famosa cancha de golf de Pebble Beach para deslumbrar al público.
Los precios de los vehículos empezaban en la friolera de treinta millones de dólares antes de ser restaurados. Cada vehiculo lleva un proceso de 5 a 8 años de restauración. Técnicamente el ganador debe ser el vehículo que se aproxima más a su estado original tal como salió de la fábrica. ¡Pero los jurados tienen el trabajo más difícil ya que todos los vehículos están espectaculares!
Todos los autos están clasificados en categorías y pueden ganar en la que les corresponde, pero hay un premio para el mejor, el Best of Show, que este año fue otorgado a un Delage D8S De Villars Roadster 1933, parte de la colección automovilística de Patterson. Este vehiculo en su época podía alcanzar una velocidad máxima de 110 MPH. Delage agregó una versión deportiva al D8 en 1930. Para hacer el D8S más aerodinámico, tuvo que instalar una nueva parrilla que lo hizo más distintivo. Fue exhibido en el Salón del Automóvil de Paris de 1933 y fue el vehiculo oficial del Grand Hotel Velásquez en Madrid durante los años cincuenta.
El orgulloso dueño del vehículo nos comenta que esta la décima vez que compite en Pebble y la primera vez que gana. Y nos aseguró que para ganar tienes que tener un vehículo anterior a la Segunda Guerra Mundial, que nunca se haya visto antes y que esté completamente restaurado.