Nissan eleva a tres su panoplia de crossovers con la introducción del flamante Juke, el benjamín de la familia. Y aunque la firma se afana en asegurar que éste no es el rival por derecho propio del Kia Soul, _sino del Mini Cooper o el Mazda3, entre otros, como se le reconoce “oficialmente” creemos que el Juke desempeñará ese papel mejor que el Cube, al que le asignaron tal responsabilidad.
Diseño
El Juke tiene un diseño restallante. Es imposible ignorarlo. A unos les parece feo, a otros _como este periodista_, les parece… distinto, con personalidad auténtica. Por fuera, sin duda, el elemento capital del diseño son las lámparas delanteras alargadas que hacen de indicador direccional, montadas en el plano del capó y, las traseras también, con silueta de bumerán, que ha pedido prestadas a otro hermano suyo, el Z.
CVT
El más joven de los productos de Nissan se ofrece en tres modelos. En sentido ascendente son el S, el SV y el SL. Como siempre, según amenidades, se asciende en la escala de los modelos y por supuesto de precios. Curiosamente, la transmisión manual _de 6 velocidades_ no está disponible en el modelo base, sino en el intermedio y en el superior. La transmisión automática es una CVT (Continuamente Variable), de tracción frontal, aunque para sorpresa del consumidor puede optarse por la All Wheel Drive en todos los cortes. En cuanto a motor, no hay más sabores dónde escoger: uno solo, un 4 cilindros de 1.6 litros pero de inyección directa y turbocargado, que creemos es el punto fuerte del carro. El Juke se mueve con ligereza gracias a este motor que genera 188 hp y tiene una eficiencia de 27 mpg en la ciudad y 32 en la autopista. Asociado a la talla del vehículo, maniobró muy bien en el tráfico de la ciudad.
Interior
En su interior no es un vehículo particularmente amplio. Utilizando el rasero de los aviones, los ocupantes de las butacas delanteras van en primera clase si se comparan con los de atrás. Los asientos para el conductor y su compañero son ergonómicos, pero los tres viajeros en la banca trasera sin duda se codearán con el vecino.
El tercio trasero de carga es relativamente pequeño, que amplía su capacidad en los modelos con tracción frontal gracias a que debajo el piso del área hay otro compartimiento. Pero si se abate la fila trasera el volumen asciende a poco más de una treintena de pies cúbicos, lo que supera el espacio interior para esos fines del Mini-Cooper.
En la cabina de pasajeros llama la atención el podio para la palanca de cambios entre los asientos frontales que simula el tanque de gasolina de una moto. Pero el punto más alto está en la consola central de los modelos mejor dotados, un conjunto electrónico llamado I-Con (Advanced Integrated Control) presidido por una pantalla tipo LCD de gran resolución con gráficas modernísimas que informan al conductor sobre la climatización interna y los modos de rodaje a elegir según el gusto de quien maneja el coche. El Juke ofrece tres modos diversos de conducción: Normal, Sport y Eco. Cada uno de ellos hace una formulación de diferentes tipos de aceleración, transmisión y dirección para acomodarse a la voluntad del chofer o al rodaje o las características de la vía o la superficie.
El Juke, en el extremo máximo suscita un grado elevado de complacencias; tapicería de piel, “todo eléctrico”, esto es elevalunas, pestillos, retrovisores, butaca para el conductor —además, térmica—, llave inteligente, navegación satelital y más. Pero lo mejor es que ofrece estándar los aros de aleación de 17 pulgadas y la conexión para iPod y Bluetooth, así como de igual manera en el acápite de seguridad, seis bolsas de aire, Control de Dinámica de Vehículo y frenos de disco en las cuatro ruedas.
Precio
El rango de precios está definido por uno inicial por debajo de los 19 mil y un tope que nunca llega a 25 mil. Inteligente estrategia de Nissan: el Juke no “pisa” la baja etiqueta del Cube, con lo que pone un auto al temido fenómeno del canibalismo en familia. Pero, ¿podrá evitar robarle ventas al Rogue? Ya eso es harina de otro costal. El departamento de mercadeo de Nissan piensa que el sector demográfico ideal del Juke es el de los hombres jóvenes de entre 18 y 34 años con más incidencia entre 25 y 29 años, con ingresos anuales superiores a los 45 mil dólares. Pero creemos francamente que el Juke podría apelar a una clientela más amplia y diversa. Madera para ello, tiene.