impreSionan: -Motor de 485 caballos de fuerza -Suspensión deportiva -Diseño original -Alto consumo de gasolina Le falta: -Espacio en los asientos traseros El GT-R trae una rica historia desde que apareció por primera vez en 1969 con el nombre Skyline. Los entusiastas enamorados del Skyline GT-R traían modelos a los Estados Unidos y se veían obligados a modificarlos para adaptarlos a las regulaciones estadounidenses de emisiones. Finalmente Nissan decidió en el 2009 traerlo a nuestras costas pero con el nombre GT-R. A primera vista no se parece a nada que se pueda ver en la carretera hoy día. Su diseño típico moderno japonés me recuerda a una nave especial con su parabrisas rodeado. Los faros recuerdan mucho a su hermanito menor el 370Z. Frenos de alto rendimiento Brembo adornan las enormes ruedas de 20 pulgadas. Los dobles tubos de escape más grandes en un vehiculo de producción dejan a los admiradores soñando con la oportunidad de escuchar su música seductora. Como el GT-R está pegadito al piso dificulta un poco la entrada y salida del vehiculo. Ya adentro el timón grueso con levas para cambiar la transmisión parecen mirarte fijo preguntando si te vas a portar bien una vez que arranques el motor de 3.8 litros, hecho completamente a mano, doble turbocargado de 485 caballos de fuerza y 434 libras/pie de torque con el poder transferido a las cuatro ruedas vía una transmisión semiautomática de doble embrague de seis velocidades. El resultado es que el GT-R no es un vehículo rápido sino una bala que acelera de 0-60 MPH en apenas 3.5 segundos dejando a sus pasajeros con el corazón aplastado en el asiento. GT-R es uno de los vehículos más rápidos del mundo con una velocidad máxima de 193 MPH. Lo malo es que al GT-R le gusta tomar y su vicio no es el alcohol sino la gasolina. Aunque nos dicen que rinde 16 millas por galón en la ciudad y 21 en la autopista, vi cifras mucho más bajas, que pueden tener que ver con el pie derecho pesado, la “enfermedad” de querer acelerar el GT-R en cada oportunidad que tuviera sólo para escuchar el motor rugir como un león y ver la aguja del velocímetro que indica una velocidad máxima de 220 MPH subir como si tuviera fiebre. La cabina es deportiva y lo más impresionante es el sistema computarizado de navegación y de entretenimiento. Este sistema comparte otras funciones como el sistema de sonido Bose de 11 bocinas incluyendo dos bajos y 200 vatios de potencia además de pantallas de información del vehiculo como presión de los turbocargadores, aceleración y presión de aceite, para nombrar algunas de su 21 funciones. GT-R es increíblemente divertido de manejar pero sólo algunos tendrán la buena suerte de hacerlo ya que son notablemente escasos ya que solo importan 1,500 ejemplares al año. Con un precio inicial de $83,040 el GT-R no es caro ya que compite con vehículos deportivos que cuestan mucho más.