En esta ocasión hablamos del vehículo diseñado por Teruo Uchino bajo la supervisión de Shiozo Sato; ambos con la consigna de crear al sucesor del 410 Bluebird –el problema al que se enfrentaban es que debía tratarse de un producto menos propositivo y más conservador, que al mismo tiempo fuera un éxito en los concesionarios.
Con rasgos muy rectos –claramente diferentes de sus sucesores– debía ser el primer auto japonés en ser totalmente aceptado en el mercado estadounidense (una labor obviamente nada fácil). Yutaka Katayama, mejor conocido como Mr. K y entonces Presidente de Nissan en Estados Unidos, se mantuvo lo más informado posible del proyecto, deseaba que fuera un éxito comercial, el cual satisficiera las necesidades de transporte pero de ninguna manera pasara inadvertido. Fue él quien dijo que el entonces nuevo Datsun debía tener un carácter deportivo y ofrecerse con una motorización de 1,600 cc para satisfacer los gustos del mercado. Mr. K convenció a ejecutivos del corporativo nipón, como Keiichi Matsumura, de que ése era el camino ideal a seguir; sin importar que no muchos directivos estuvieran de acuerdo, Matsumura lo estaba y con ello bastaba. Así el equipo de ingenieros comenzó el desarrollo de una nueva motorización, una que rompiera el paradigma que el Datsun era una copia de los autos ingleses, pero en lenta.
La nueva motorización (L16) era similar a la L13 de 1,300 cc, pero principalmente con mayores dimensiones para conseguir un desplazamiento de 1.6 litros y según decían 96 caballos de fuerza. Con carrocería monocasco y suspensión independiente, el 510 presumía ser mejor a sus rivales de segmento y mantenerse en el rango de precios; Kazumi Yotsumoto, jefe de diseño de Nissan, se encargó de que fuera una extensión de quien lo manejara. Así apareció en 1967, inicialmente en sedán y vagoneta, con precios en ese entonces de 1,996 y 2,196 dólares respectivamente; posteriormente apareció también una versión de dos puertas. La producción de este modelo se mantuvo hasta 1973, año en que el nuevo modelo estaba listo para ser su sucesor.