Por una generación entera, el utilitario deportivo de tamaño completo de Infiniti fue, básicamente, una versión más lujosa del Nissan Armada, que a su vez no era otra cosa que un Pathfinder en esteroides; de hecho originalmente se llamó Pathfinder Armada. Ambos eran fabricados en una de las plantas de Nissan en Tennessee. Pues bien, para el modelo 2011, Infiniti decidió independizar su QX56 y es así como llega este modelo completamente rediseñado, que nada tiene que ver con ningún producto de Nissan y que de hecho se fabrica ahora en el Japón.
Tiene, como todos los productos de Infiniti, la intención de ser extremadamente lujoso y además demostrarlo en cada detalle, en los finos materiales de sus acabados interiores, en los cromados que adornan sus líneas exteriores, en la tapicería de cuero, en el sistema de audio Bose, en fin, en todas partes. Pero también Infiniti hizo del QX56 un vehículo para satisfacer al conductor, con potencia al extremo, que surge de su motor V8 de 5.6 litros, que entrega 400 caballos de potencia y 413 libras por pie cuadrado de torsión, acoplado a una transmisión automática de 7 velocidades con el sistema de control adaptable de cambios (ASC), que se amolda al estilo de manejo de quien vaya al volante y al tipo de ruta, pero que puede ser activada también manualmente.
Es cierto, muchos compradores del Infiniti QX56 lo usan para ir al trabajo, llevar los niños a la escuela, ir de compras al supermercado, dicho de otra forma, como un civilizado vehículo de transporte urbano, solo que más grande, capaz de llevar y traer hasta 8 personas. Pero eso no quiere decir que no sea capaz de la más arrojada de las hazañas, porque con tracción trasera estándar o integral en las cuatro ruedas opcional, se adapta magistralmente a las peores condiciones de nieve y también a la tarea de halar un remolque de hasta 9 mil libras.
En materia de lujo y sofisticación no deja nada que desear, incluso sistema de climatización con tres áreas del vehículo independientes y un impresionante paquete de teatro, que incluye dos pantallas de 7 pulgadas para ver DVD, con tomas de entrada auxiliares para otras fuentes de video, además de audífonos inalámbricos, aditamento indispensable cuando se llevan niños en largos viajes por carretera. Capítulo aparte merece el tema de la seguridad, que en esta Infiniti QX56 cuenta con sistema avanzado de bolsas de aire inflables en caso de accidente, frontales y laterales, y sistemas de control de tracción y estabilidad.
Obviamente, todo este lujo y sobre todo toda esta potencia tienen su precio, o mejor sus precios, porque no es solamente lo que hay que pagar para comprarlo, que comienza cerca de los 58,700 dólares, y en el modelo que manejamos llegó hasta los $62,500, sino también lo que hay que gastar para abastecerlo de combustible, porque rinde solamente 14 millas por galón en la ciudad y 20 en la autopista.