Mercedes-Benz no solo esta inscrita en la historia automovilística como la marca creadora del primer automóvil en 1901, sino que también a lo largo de sus más de cien años de vida la marca alemana ha sido un elemento fundamental en la creación e innovación de tecnologías.
En la lista de invenciones para mejorar el desempeño y seguridad de los vehículos, Mercedes-Benz creó el primer sedán con motorización a diésel y también inventó la inyección directa de combustible en los propulsores, esto en 1954. Dos décadas más tarde innovó el sistema de frenos con antibloqueo conocido mundialmente como ABS. Si existe un invento que ha salvado millones de vidas de 1981 al día de hoy son las bolsas de aire. Igualmente patentó el control de estabilidad, puesto en su gama de vehículos en 1995 y el que han adoptado todas las marcas. En este siglo se presentó el motor diésel BlueTEC, que reduce el consumo de combustible, además de las partículas y emisiones contaminantes. Entre los más actuales se destaca el dispositivo que advierte al conductor su deficiente conducción provocada por el cansancio y el detector de cambio de carril ideal para los puntos muertos en los espejos.
Existe un sistema que no mencionamos en el párrafo anterior y del cual hablaremos en esta ocasión. En 1984 Mercedes-Benz desarrolló un sistema de tracción en las cuatro ruedas que bautizó como 4MATIC. Desde su aparición se han vendido más de dos millones de modelos en todo el mundo, de los cuales la mitad se han comercializado solo en Estados Unidos. Como primer modelo de la marca en equipar fue el Clase E (W124). Claro que con el tiempo este sistema ha ido evolucionando.
Qué mejor escenario para comprender la importancia de 4MATIC: viajamos en avión algunas horas para llegar al congelado y pintoresco pueblo de Jackson, en el estado de Wyoming. En medio de una temperatura frígida de 19º F nos estaba esperando una flota de modelos C350 y E350, todos con el sello de tracción permanente. Y es que la Mercedes iniciará la venta en un mes de este par de modelos con All Wheel Drive.
A diferencia de otros semejantes, el vehículo llevaba todo el poder en el eje trasero, y la tracción en las ruedas delanteras se activaba solo en caso necesario. Cuando esto sucedía el poderío se repartía 33% adelante y 66% atrás. Con el paso de los años la tracción 4MATIC ha sido perfeccionada, y actualmente los modelos Mercedes-Benz envían el poder a las cuatro ruedas de manera permanente.
Antes de corroborar la estabilidad de los vehículos en una pista cubierta de nieve, experimentados pilotos de Mercedes-Benz nos dieron un curso de cómo manejar en nieve, desde el modo de utilizar el volante, acelerador y freno. Se recalcó mucho que para complementar de manera perfecta los sistemas electrónicos es muy importante el uso de neumáticos diseñados para rodar en nieve. Nuestras vidas valen más que un juego de cuatro llantas.
Una vez terminada la teoría empezó la diversión. Manejar y manejar sobre hielo y nieve. Ahora el funcionamiento de 4MATIC es muy distinto al que se usó por primera vez. Un sistema controla de manera rápida y constante cada rueda para verificar si alguna de ellas pierde adherencia sobre el asfalto. Al detectar lo anterior, se aplica el sistema de tracción o freno para ceder ese poder a las ruedas que trabaja de manera perfecta. Todo este funcionamiento simula la labor de un bloqueo de diferencial.
Al combinar este accionamiento con el control de estabilidad el resultado es una conducción dinámica y cómoda, pero sobre todo segura, especialmente cuando manejamos en situaciones extremas como las que se presentaron en estos días de entrenamiento. Dicen que la práctica hace al maestro, así que conforme pasan las horas y vueltas nuestra conducción fue subiendo de nivel. Desgraciadamente cuando nos sentíamos todos unos pilotos expertos en manejo sobre nieve, el curso estaba por concluir.
Es impresionante ver cómo los Clase E y C con 4MATIC jamás pierden trayectoria; en verdad se mueve como un tren sobre vías. En esta clase de situaciones, donde la pista está cubierta de nieve, debemos ser muy delicados con la acción de nuestros de pies y manos. Cualquier descuido y puedes tener un susto. No hay que dejar todo librado a los sistemas y tecnología; estos sistemas están para salvaguardar vidas pero no para hacer milagros. Recuerda esta frase, reduce más no evade. Cada vez que manejes en situaciones de hielo, nieve o agua haz memoria de todo esto que has leído.