Tal vez no porte el emblema de Audi, Mercedes-Benz o BMW, pero este Volkswagen Passat tiene atributos suficientes para inmiscuirse en el segmento de los sedanes denominados Premium.
Por encima de su diseño y prestaciones dinámicas, sin dudas lo que más llama la atención de este cuatro puertas es la gran habitabilidad con la que cuenta. Principalmente quienes viajen en la fila trasera son testigos del enorme espacio que ofrece esa zona; aun con tres ocupantes el espacio para las piernas resulta bastante cómodo. Dignos de modelos como el A4, Serie 3 o un Clase C, los materiales utilizados para la confección de la cabina son de llamar la atención. Encontramos madera, aluminio y cuero. Los que quedan ligeramente a deber en cuestión de calidad son los plásticos, que por momentos se aprecian ásperos.
Según la versión que elijas podrás encontrar distintos elementos para hacer más cómoda y placentera la conducción. De serie equipa sistema de sonido de la marca Fender, encendido y apagado del motor por medio de un botón, asientos eléctricos, volante forrado en cuero, así como aire acondicionado de doble zona y techo corredizo. Todo está inclinado a la elegancia en este Passat.
A la hora de elegir en la motorización de Volkswagen Passat tienes un par de opciones: un 2.5 litros de cinco cilindros con 170 caballos de fuerza o bien un seis cilindros de 3.6 litros con 280 caballos de fuerza. En está ocasión tuvimos en nuestro poder al que más vale la pena, que es el V6. Una vez presionado el botón de Start comienza la que podríamos catalogar como deportividad refinada. En tus manos tienes un automóvil con una dinámica de conducción suave pero cuando es necesario exprimir su poder lo realiza de manera eficaz.
Cuando sientes más toda esa arrogancia es al momento de realizar los cambios de manera manual, aunque para ser sinceros la transmisión DSG de seis velocidades realiza los cambios de un modo tan rápido que ni el piloto más experto puede lograr. Pero no está de más ser los dueños del VR6 y administrar por cuenta propia cada uno de los 280 caballos de fuerza a través de las paletas situadas en el volante. Tanto la dirección como la suspensión concretan una fórmula exquisita al volante. Por momentos olvidas que viajas en un automóvil de 191.6 pulgadas de largo, es como si viajaras en un sedán compacto.
Frente a sus rivales directos, Volkswagen Passat es el que lleva las de ganar en términos de desempeño y las cifras así lo demuestran. Mientras que el alemán se vale de 280 caballos de fuerza y 258 lb-pie, Honda Accord cuenta con 271 caballos de fuerza y 254 lb-pie, Toyota Camry fabrica 268 caballos de fuerza y 248 lb-pie, mientras que Nissan Altima tiene 270 caballos de fuerza y 258 lb-pie, y Chevrolet Malibu pelea con 259 caballos de fuerza y 260 lb-pie.
Volkswagen Passat contiene un diseño equilibrado y elegante. De todos los ángulos el que llama más la atención es su frontal con una figura pronunciada. Claramente lleva los genes característicos de la marca por donde lo mires. Gracias a sus rasgos marcados aparenta más tamaño del que posee.
Este sedán es de esos vehículos que el paso de los años no le caen tan rápido como a algunos de sus competidores.