Ahora el sonido de esos poderosos motores de 10 cilindros con más de 500 caballos de fuerza está al alcance de una lata de refresco, preferiblemente una más larga que las comunes, ésas que se utilizan para cervezas y en ocasiones como versión de mayor capacidad de las sodas.
Resulta que un argentino, seguramente con muy poco que hacer, publicó un video en el que muestra cómo imitar el sonido de un Lamborghini V10 con una lata de aluminio en tres “sencillos” pasos –si entrecomillo la palabra sencillo no es por la complejidad, sino por lo innecesario del asunto.
Alexis primero explica desde cómo desarrollar el recipiente, para que sea el aparato ideal, incluso aclara dónde doblarlo. Luego explica las vibraciones de la voz y de qué manera se representarán en la lata y cierra con un ejemplo, en el que incluso imita el sonido de los cambios, así como el ascenso y descenso de revoluciones.
La pregunta no es qué gana con este utensilio, sino qué tan ocioso debió estar para darse cuenta, mejorando continuamente la técnica y perfeccionando su lata. Aun luego de la mirada perdida con la que muestra el nivel de concentración que esta actividad le requiere, habemos muchos que nos preguntamos ¿para qué?