Chevrolet Camaro Z/28 es tan santificado entre los aficionados estadounidenses a los autos como un GT3 a los amantes de Porsche, pero el americano es más especial por su historia que data por más de cuatro décadas.
En la década de los 60, el Camaro Z/28 existía por una sola razón: ganar el campeonato SCCA Trans Am. Destacaba por la suspensión rígida, dirección más rápida, un V8 de 5.0 litros con 290 caballos de fuerza.
Chevrolet sólo vendió 602 unidades en su primer año, en comparación con las 34,000 unidades del Camaros SS. En la temporada Trans Am del '68 el Z/28 ganó 10 de 11 carreras y así ganar el campeonato. Con el paso de los años el Camaro se transformó en un poderoso vehículo de culto.
Actualmente el Chevrolet Camaro Z/28 equipa un V8 de 7.0 litros sobrealimentado para mantener el ritmo con la élite de los súper deportivos. Al igual que el original, el 67, no hay ninguna opción de tener una caja automática. Con la caja manual el Camaro es sorprendentemente hábil y poderoso.
Y qué experiencia. A pesar de que pesa 136kg menos de un ZL1, el Camaro perennemente corpulento aún asciende a 1,724kg. Gran parte del crédito debe ir a los amortiguadores de carrete de válvula en lugar de la suspensión magnética del ZL1. Su diseño interno le da un mejor control del flujo de aceite en el amortiguador, lo que permite una sintonización más precisa lo que proporciona un excelente control de la carrocería.
Usted podría utilizar un Z/28 como un auto para salir a la carretera, pero ese no es su hábitat. Los neumáticos delanteros no son los ideales si el pavimento está mojado, además que el trabajo de la suspensión no está diseñada para ello. Asimismo el tráfico pesado hace más que tedioso su andar.
Chevrolet sabe que sólo va a vender algunos Camaro Z/28s, y muchos terminarán con en los garajes de los coleccionistas. También podemos decir que por el dinero que vale se pueden encontrar deportivos igual de feroces pero más domesticados para rodar a bajas velocidades.