En un giro inesperado, Carlos Tavares ha renunciado a su cargo como director general de Stellantis, dejando a la industria automotriz atónita. Esta decisión se produce a pesar de que hace apenas dos meses se había anunciado que Tavares concluiría su contrato en 2026.
Si bien la compañía se enfrenta a desafíos significativos, la salida repentina de Tavares, quien ha liderado Stellantis desde su formación, ha tomado por sorpresa al sector. A sus 66 años, el ejecutivo ha decidido abandonar el timón de manera inmediata, acelerando la búsqueda de un sucesor.
Stellantis ha asegurado que el proceso para nombrar un nuevo CEO ya está en marcha y se espera que el anuncio se realice en la primera mitad de 2025. Mientras tanto, John Elkann, presidente de Stellantis y Ferrari, liderará un comité ejecutivo interino.
Carlos Tavares renuncia en medio de una situación muy delicada
La renuncia de Tavares se produjo en un contexto de dificultades para el gigante automotriz. El propio Tavares ha sido crítico con aspectos como el desempeño del marketing, la calidad en la producción y el exceso de inventario. Marcas como Maserati, Jeep, Ram y Chrysler han experimentado caídas relevantes en sus ventas, lo que ha generado tensiones incluso con los concesionarios.
A pesar de los desafíos, Tavares ha dejado claro que las marcas con dificultades tienen un plazo de dos años para demostrar su valor, ya sea mejorando su rendimiento o encontrando un comprador. El futuro de marcas como Lancia y Chrysler, cuya financiación está asegurada hasta 2026, queda ahora en manos del nuevo liderazgo de la compañía.
Este cambio en la cúpula directiva se suma a otras reestructuraciones recientes dentro de Stellantis, como el nombramiento de Santo Ficili como CEO de Maserati y Alfa Romeo, reemplazando a Davide Grasso y Jean-Philippe Imparato.
La salida de Tavares marca un nuevo capítulo para Stellantis, y la industria automotriz estará atenta a la elección de su sucesor y a las estrategias que implementará para afrontar los desafíos del futuro.