Si el completamente nuevo Lincoln MKT del 2010 hubiera llegado al mercado hace unos diez años, probablemente la antipatía que alcanzaron a despertar los SUV no existiría. El MKT es sin duda lo que todos los SUV debieron haber sido, con todos los rubros de conveniencia de este tipo de vehículos utilitarios deportivos, y sin casi ninguno de sus defectos. Este crossover de la marca de vehículos de lujo de Ford Motor Company conjuga en un solo producto características tan ventajosas como sus dos opciones de motor, ambos V6, pero el más potente de ellos con el sistema que Ford ha bautizado como EcoBoost, que no es otra cosa que un motor V6 de 3.5 litros, con dos turbo-alimentadores gemelos, enfriados a agua, sistema electrónico de inyección de combustible y temporizador variable de los árboles de levas en el cabezote, todo esto reunido para entregar 355 caballos de potencia y 350 libras por pie cuadrado de torsión, muy por encima de sus dos competidores más directos, el Acura MDX y el Audi Q7.
Quedó atrás entonces la percepción equivocada de que un vehículo de tamaño mediano a grande, como este crossover de Lincoln, tenía que estar impulsado por un motor de 8 cilindros para ofrecer buen desempeño. Potencia le sobra a este Lincoln MKT EcoBoost y además derrocha economía, porque con un galón de gasolina recorre 16 millas en la ciudad y 22 en la autopista, 10% más económico que el Acura y 22% más que el Audi. Y podemos ir más lejos, porque las cifras también resultan favorables al Lincoln MKT cuando se le compara con el Lexus GL460, el Cadillac STS y hasta el Infiniti M45x, todos ellos con motores de 8 cilindros, más sedientos pero evidentemente menos potentes que el V6 EcoBoost. Además, en el acápite de comportamiento ambiental, el Lincoln MKZ con motor EcoBoost también da un ejemplo, produciendo 19% menos monóxido de carbono que el Audi Q7.
El extraordinario motor del Lincoln MKZ viene acoplado a una transmisión automática de 6 velocidades con selector de marchas SelectShift y tracción permanente en las 4 ruedas. En materia de sofisticación nada deja de desear desde el momento mismo en que se entra al habitáculo, porque basta con llevar la llave consigo para que la puerta abra con solo oprimir cualquiera de las teclas en el tradicional tablero digital de Ford. Ya dentro, el motor se enciendo oprimiendo el botón, y es ahí cuando comienza a hacer gala este Lincoln de sus bajísimos niveles de ruido y vibración. Para lograrlos, Lincoln se preocupó por una serie de factores: parabrisas laminado, puesto a prueba incesantemente en el túnel de viento junto a los espejos laterales; el sellado de la tapa del motor; los cierres de las puertas; los aisladores acústicos de los pilares; un sinfín de detalles que se notan muy poco y hacen que el ruido se note aún mucho menos.
Los ingenieros de Lincoln pensaron en todo, porque hasta refrigerador han puesto en la consola del MKT, y no es un simple conservador de productos fríos, sino un refrigerador con su compresor propio que puede enfriar hasta 7 latas de 12 onzas o cuatro botellas de medio litro. La comodidad tanto del conductor como de todos los pasajeros ha sido una prioridad para Lincoln y es así como aun la tercera fila de asientos, que es estándar, ofrece amplitud a todo dar, incluso para adultos de tamaño razonable. También cabe destacar los dos techos de cristal que iluminan grandiosamente la cabina, uno más grande sobre las dos primeras filas y el otro sobre la tercera.
En lo que se refiere a aditamentos de alta tecnología, el Lincoln MKT merece mención especial. Comenzando por el control de velocidad de crucero adaptable, que permite establecer una distancia constante entre este vehículo y el que va adelante, de manera que si éste reduce la velocidad o decide detenerse, el sistema actúa en consecuencia, reduciendo también la velocidad para mantener constante la distancia establecida. También aumenta significativamente la seguridad la presencia del sistema BLIS, que informa oportunamente sobre la presencia de otros vehículos en los puntos ciegos del MKT, aquellos donde los espejos retrovisores no funcionan. Hay un sistema adicional que alerta sobre la presencia de peatones que se atraviesan por delante del vehículo, y el más extraordinario de todos estos aditamentos que es el Active Park Assist, que basta activarlo y transitar a baja velocidad al lado de los autos estacionados, para que él mismo detecte un espacio donde el vehículo quepa, alertando inmediatamente al conductor. Una vez tomada la decisión de estacionar en ese espacio, todo lo que hay que hacer es poner la transmisión en reversa y soltar la dirección y el freno, para que el sistema se haga cargo de mover el volante por sí solo, mientras el carro entra en el lugar establecido. Una vez hecha la operación en reversa, se pone la transmisión en Drive, se dejan las manos lejos del volante y él gira en el sentido contrario mientras el vehículo se mueve hacia adelante para estacionarse debidamente. Todo esto gracias al sistema que se apoya en la dirección eléctrica del Lincoln MKT.
Este crossover de Lincoln comparte la plataforma con su primo hermano, el Ford Flex, pero eso es todo, porque ni estéticamente _por fortuna_ ni en lo que se relaciona con confort, lujo y sofisticación, se pueden comparar el uno con el otro. El Lincoln MKT básico, con motor V6 de 3.7 litros de aspiración atmosférica y tracción delantera, tiene un precio sugerido al consumidor que comienza en los $44,200 dólares. Ya el mejor equipado con motor V6 de 3.5 litros EcoBoost y tracción integral, comienza a venderse en el rango de los $49,200 dólares.