El lunes 19 de julio volamos de Miami a Detroit a un encuentro especial de 48 horas: asistir a la presentación del totalmente nuevo Explorer del 2011, lo que ocurrió al día siguiente en Dearborn, la cuna de Ford. Nuestra última visita allí fue exactamente hace un año, para probar toda la panoplia de productos de la compañía en su complejo de pruebas. Empero esta vez la cita excluyó la experiencia de manejo del carro, que suponemos ocurrirá en distinto evento más adelante antes de que rompa la venta.
Aunque vimos y tocamos el Ford Explorer 2011, no recibimos información física ninguna —ni impresos, ni CD’s ni minidrivers…— del vehículo y se nos prohibió tomar fotos. Cuando se nos cursó la invitación, ésta advertía la prohibición de ingreso de cámaras fotográficas y de video al recinto de demostración. Fuimos hasta allá a sabiendas de esto. Pero luego terminamos asombrados allí cuando hasta los celulares de todos los participantes fueron “secuestrados” por los oficiales de Ford, ya que los teléfonos portátiles hoy hacen también cámaras fotográficas.
unque la experiencia fue mortificante para un periodista como este servidor que, además es fotográfo y gusta de tomar sus propias imágenes, por otro lado resultó intigrante este halo de incógnita que caracterizó a la revelación, como si fuésemos a ver el nuevo stealth. Mas la firma no estuvo reluctante a ofrecernos los detalles del carro —que recibimos durante casi una decena de sesiones dedicadas por separado a los aspectos del vehículo—, sino que todo lo que querían era que no se filtrara ni una pizca de información de él antes de ser develado públicamente, de manera oficial. En realidad hubo un sólo acápite del que se nos permitió hablar: MyFord, la versión ampliada del sistema de interacción electrónica de comunicación, información y entretenimiento llamado Sync, y que Ford ha usado ya por un tiempo.
Ford Motor Company, como siempre, al tanto de las noveles tendencias tecnológicas, ha sido otra vez revolucionaria y, en vez de presentar el carro en un salón del automóvil como rutinariamente se hace, decidió hacerlo a través del enclave rey de la red social, Facebook, en el que en suyo propio Ford tiene más 50 mil seguidores —al momento de redacción de este artículo, 159,958 visitantes habían presionado el botón de Like o aprobación de la página—. Y la compañía accede a 50 millones de personas a través de estas redes.
Es la primera vez que se presenta un vehículo por estos medios en la historia del automóvil…
De todas maneras, el vehículo no se negará a desnudarse a la antigua, porque será mostrado en el Auto Show de Los Angeles antes de entrar en venta a finales de año.
Ford define la esencia del Explorer en cuatro acápites presididos por el verbo to Drive, que significa manejar, y que al referirlas en español nos quedan así: Manejo de Calidad; Manejo Verde (ecológico); Manejo Seguro y Manejo Inteligente.
Ford no ignora que después de haber sido el segmento mejor vendido de los últimos años, las ventas de SUV’s han caído recientemente bajo el pánico de la crisis económica y también como consecuencia de los altos precios de la gasolina. Podría ser un caso de hipnosis colectiva más que un hecho fundado, pero lo cierto es que la ciudadanía generalizada interpreta a los SUV’s como vehículos tragones. A pesar de esto, todavía los SUV’s representan l 30% del mercado automotor de Estados unidos. Más de 140 mil clientes retornan a los concesionarios de Ford a por un nuevo vehículo de la marca cada año, y esa cifra la decoran los dueños de los Explorers, de los que se han vendido más de 4 millones de unidades del modelo saliente. El Explorer es el segundo vehículo en que más piensa la gente cuando piensa en Ford…
Ford quiere romper la percepción de que los SUV’s todos son gastones con el nuevo Explorer. Por eso la reciente edición del Explorer es 30% más eficiente en consumo de combustible. Y ahora viene el anuncio —y no se eche a llorar, por favor, que derramará lágrimas en vano y ya verá por qué—: ¡No hay más motor V-8 para el Explorer! Parte del colapso de las ventas de SUV’s en los últimos 5 años en las postrimerías de la era Bush, se debe al rechazo a los motores V-8. Pero para esta situación Ford creó un antídoto: la serie de motores EcoBoost, que arrancaron con formulaciones V-6.
El EcoBoost primero se resume así: un V-6 con la eficiencia de cilindros pero con el poder de 8. El motor ya lo hemos visto exitosamente a bordo del flamante Taurus y ahora, partiendo de su esencia, reemplazará a la histórica opción del V-8 en el carro. Es un V-6 Ti-VCT de 3.5 litros que incrementa el caballaje sobre el 8 en un 13% para 290hp. Así que, ya ve, no tiene que ponerse a llorar por el mutis de ese motor.
El V-6 es capaz de tirar hasta de 5 mil libras.
Pero las buenas noticias continúan: cuando los periodistas de automovilismo conocimos el EcoBoost V-6, enseguida pensamos —y reclamamos— un motor de la misma especie en versión de 4 cilindros. “Paciencia”, nos dijeron los de Ford… El Explorer estará dotado de un EcoBoost de 4 cilindros en línea, de 2.0 litros, de inyección directa turbocargada, opcional, ya que el motor estándar será el 6. Este motor, tipo GTDi, genera 237hp y 250 libras por pie de torsión y ya hace andar al Ford Falcon en Australia y al Mondeo en Europa.
El ciclo de vida oficial de estos motores certificado por Ford es de 10 años/150 mil millas, pero sabemos de antemano de la proverbial durabilidad de Ford, de lo cual Latinoamérica puede dar fe. Ambas plantas conectan a transmisión automática de 6 velocidades, con la eficiencia en mente. La programación de cambios de marcha de esta transmisión también ha sido optimizada, lo que redunda en ahorro de gasolina. Disponible en una nueva transmisión 4WD, ésta es también más eficiente.
Este motor es de ciclo Atkinson —aunque nos dijeron que no totalmente sino mild, es decir, ligeramente—, cuya premisa es que el tiempo de compresión es más breve que el de fuerza, para un mejor aprovechamiento de la explosión y por tanto es más eficiente y limpio. Dijimos limpio: estos motores tienen los más bajos niveles de CO2, lo que demuestra la histórica y continuada vocación de Ford por la vida verde.
El Explorer saliente hace 14mpg en la ciudad y 20 en la autopista. El nuevo, 18 y 26 (aunque todavía hay que esperar a las palabras finales de la EPA).
Mas, la eficiencia del debutante Explorer no proviene exclusivamente del motor. Los ingenieros se afanaron en hacer más liviana y más fuerte la estructura del vehículo con nuevas aleaciones de acero inoxidable continente de boron. El boron es un mineral que hace al acero de alta resistencia. Aunque el carro es más grande que el modelo que deja detrás —3 pulgadas más largo—, es sin embargo 100 libras mas ligero. En particular, detalles de menos peso de la dieta del nuevo Explorer son el capó de aluminio y el nuevo soporte del radiador, en conjunto 65% más liviano. La dirección eléctrica también lleva parte importante en la reducción de peso del vehículo y en su eficiencia.
Entre las innovaciones tecnológicas del Explorer 11 está un sistema de calentamiento rápido del motor al arrancar, una agresiva reducción de ingreso de combustible al desacelerar, y un compresor de aire acondicionado variable.
La carrocería del vehículo fue seriamente analizada en el túnel de viento, así que el resultado es retrovisores laterales más aerodinámicos y silenciosos que, junto con el alerón trasero sobre la última puerta, son mejor llevados con las corrientes de aire para disminuir la fricción del viento y obtener un vehículo más callado en su desplazamiento. El coeficiente aerodinámico fue mejorado en un 12%.
En cuanto a styling, sin duda es el Explorer más bello de siempre. A algunos de mis colegas —y acaso a mí mismo— el nuevo Explorer les parecido próximo en diseño exterior al Land Rover nuevo. No ofense, que el LR es un SUV hermoso. pero en realidad guarda más concordancia con el Ford Taurus. Como éste, ostenta una parrilla que lleva dos barras horizontales perforadas, desde cuyos flancos se despliegan las lámparas delanteras semejantes a las pronto sedán de más tamaño de la compañía cuando el Crown Victoria se vaya para siempre, con silueta de ala. Me fascinó un contorno en pintura negra que, partiendo del parabrisas delantero, perfila las ventanillas.
El Explorer del 2011 es un SUV hermoso y representa otro jalón en la pujante historia contemporánea de Ford. No vemos el momento que nos toque manejarlo. Finalmente: estará a la venta en un punto del invierno de este año. El precio no ha sido anunciado.