BMW ha decido cambiar de vestimenta al más pequeño de la casa. Conocido por su imagen juvenil y deportiva, el Serie 1 ya va por su segunda generación. Aunque no todo queda en un nuevo diseño, el vehículo también estrena corazón y esqueleto, además de tener una cabina más amplia e innovadora. De este modo la marca logra un balance perfecto entre alto desempeño, lujo y habitabilidad. Si lo comparamos con su antecesor, el renovado Serie 1 creció a lo largo menos de 4 pulgadas. La que también se extendió fue la distancia entre ejes, con apenas una pulgada. El mayor beneficiado del alargamiento del vehículo fue la cabina; esta vez los pasajeros de la fila trasera disfrutarán de mayor espacio para las piernas. Al mismo tiempo la cajuela se vio aumentada ligeramente.
Existen varios cambios en la estética del nuevo Serie 1. Por ejemplo, los faros dobles presentan un listón luminoso que los limita nítidamente en la parte superior. Igualmente, por primera vez las luces intermitentes laterales están integradas en los espejos retrovisores. Pero lo que más atrae la mirada del compacto alemán es el pronunciado cofre y la caída del techo que desciende ligeramente en la parte posterior, acentuando el perfil deportivo del vehículo. Más que un cinco puertas la silueta se asemeja a un cupé. Los diseñadores pusieron especial énfasis en las salpicaderas, lo que le confiere una expresión de fortaleza.
Por dentro, el Serie 1 también sufre alteraciones para estar al día. Al mismo tiempo de ganar en espacio, el tablero fue rejuvenecido completamente, y el cuadro de instrumentos y los elementos que lo conforman fueron modernizados. Dependiendo del equipamiento, la pantalla Control Display puede ser de 6,5 o de 8,8 pulgadas.
En definitiva la restructuración del BMW Serie 1 es de pies a cabeza. La variedad de motores incluye dos motores de cuatro cilindros de última generación, igualmente de las motorizaciones a diesel. Los ingenieros de BMW crearon un par de propulsores a gasolina de 1.6 litros que se estrenan en el BMW 116i con 136 caballos de fuerza y en el BMW 118i con 170 caballos de fuerza. El primero logra acelerar de 0 a 6 mph en 8,5 segundos, y su velocidad tope es de 132mph; por su parte el segundo motor es capaz de acelerar de 0 a 60 mph en 7,4 segundos y tiene una máxima de 140 mph. Ambos propulsores están dotados con la tecnología BMW TwinPower, lo que significa que incluyen turbocompresor, sistema de inyección directa High Precision Injection y regulación variable de válvulas VALVETRONIC. Toda esta técnica aplicada en los generadores de cuatro cilindros es la misma que se emplea en el motor de seis cilindros del BMW 135i Cupé.
Devoto a la filosofía de la marca alemana, la segunda generación del Serie 1 lleva tatuado el sello BMW EfficientDynamics por lo que la eficiencia de sus motores está garantizada. Dentro de las funciones de esta tecnología se encuentra el sistema de recuperación de energía de frenado, el indicador del punto óptimo para cambiar de velocidad, un diferencial del eje posterior de grado de eficiencia optimizado, un sistema de aire acondicionado con compresor desacoplable, neumáticos de menor resistencia de rodadura y la función Auto Start-Stop, entre otras características. Además, el conductor puede activar el Modo ECO PRO en cualquier momento, el cual permite conducir de modo especialmente económico, ya que el sistema adapta el control del motor y regula de manera más eficiente el funcionamiento de la calefacción y del climatizador, mostrando en el cuadro de instrumentos el potencial del ahorro de combustible. Uno de los puntos clave es que el Serie 1 lleva montada de serie una transmisión automática de ocho velocidades. Esta caja se distingue por la velocidad en que hace el cambio de marchas y la gran eficiencia de combustible, además de la comodidad que otorga tener un gran número de velocidades.
Lógicamente el inventario de seguridad es amplio en el nuevo Serie 1. BMW dotó al vehículo de frenos de gran potencia, control de estabilidad DSC. Este último engloba el sistema de antibloqueo de los frenos (ABS), control dinámico de la tracción (DTC), la asistencia de frenado en curvas (Cornering Brake Control, CBC), y el control dinámico de los frenos (DBC). A estas funciones se suman ahora el asistente de frenado, el sistema de compensación de la pérdida de eficiencia de los frenos a causa del fading, la función de activación intermitente de los frenos para secar las pastillas y los discos, así como el sistema de asistencia para poner en movimiento el vehículo.