BMW hizo todo lo contrario a lo acostumbrado por las marcas, que es primero presentar la versión sedán o cupé del modelo para después dar a conocer la variante convertible. Esta vez no sucedió así. Hace algunos meses les dimos a conocer las impresiones de manejo de la nueva generación del Serie 6 en su variante descapotable, pues bien ahora toca el turno al 650i Coupé. Comparado con el antecesor, el actual crece en diferentes aspectos, entre ellos destaca la arquitectura, la cual ha sido estilizada y extendida, por consiguiente la amplitud de la cabina y maletero se ve beneficiada. Pero lo más importante lo encontramos en la ganancia de poder al adaptar el conocido motor turbocargado. Y por si fuera poco lleva el toque ecológico al llevar el sello EfficientDynamics.
Iniciemos por la parte que muchos nos inquieta; el motor. Aquel V8 de 4.8 litros con 360 caballos de fuerza ha dicho adiós. Hoy las cosas son muy distintas. Basta con observar el cronómetro, anteriormente el Serie 6 ejecutaba el 0 a 60mph en 5.3 segundos, ahora con el ocho cilindros TwinPower Turbo el reloj bajó cinco décimas de segundo -4.8 segundos. Destaca también el excelente equilibrio de la suspensión, la cual fue recalibrada para obtener un manejo más suave, pero sin dejar a un lado el espíritu deportivo que tanto ha caracterizado a los modelos de BMW.
Tomar el volante y presionar el acelerador del 650i es una delicia, tanto por la acústica del bloque de aluminio como por el regocijo que causa ver como se eleva la aguja del velocímetro. Si bien tarda unos instantes en despegar, esto ocasionado por el turbolag, basta esperar a que rebase las 1,750 rpm para que el torque de 442Lb/pi se ponga a trabajar e impulsar como un demonio al cupé de 4,067lbs. Con 407 caballos de fuerza, el 650i queda por debajo del Mercedes-Benz CL550 con 429 caballos de fuerza, sin embargo el precio el BMW es más accesible al iniciar en 83,000 dólares mientras que CL arranca en 114,100 dólares.
Pasa de lo sereno a lo soberbio en cuestión de segundos. Solo basta presionar los botones situados a un costado de la palanca de velocidades para seleccionar el modo de manejo que mayor se acople a nuestras necesidades. Puedes elegir entre COMFORT, NORMAL, SPORT o SPORT+. En cada una de ellas el motor, dirección y transmisión responde de manera incomparable. Indubitablemente todo el poder es enviado al eje trasero por medio de una caja de ocho velocidades, así que la diversión es absoluta a bordo del 650i. Con todos los sistemas electrónicos de tracción y estabilidad que equipa este BMW, habrá que ser demasiado soberbios para sacar de orbita al automóvil.
Definitivamente el cupé se define por siluetas remarcadas. Confrontado con el Serie 6 anterior la carrocería es ligeramente más ancha y más larga. La que más creció fue la distancia entre ejes, para así ganar mayor estabilidad y espacio en el interior del vehículo. En diseño, el auto mantiene la clásica parrilla doble y presenta una silueta alargada siempre acompañada por líneas fluidas. La zaga esta aderezada por luces de LED acompañadas por una voluminosa tapa del maletero. Rines de 19 rematan el físico atlético del BMW Serie 6.
De configuración 2+2, la cabina del Serie 650i luce realmente atractiva. Como buen auto Premium, materiales de alta calidad y equipamiento de última tecnología se encuentran al momento de abrir la puerta. Madera, piel y aluminio son los elementos que vemos y palpamos en todo momento. Dentro de la lista de equipamiento encontramos el conocido iDrive, pantalla de 10.2”, sistema de sonido con nueve bocinas, cámara de visión trasera, navegador y Head-Up display.
Después de conducir el Serie 650i Coupé quedamos convencidos de la excelente dinámica de manejo y el óptimo confort que existe sobre todo para los ocupantes de la fila trasera. Aunque mantiene sus raíces, el cambio entre una generación y otra fue tremendo en todos los aspectos. Sí este alemán se quedó corto a tus expectativas BMW tiene lista ya la versión M que seguramente romperá todavía más con lo visual y enérgico.