Por 13 de los últimos 14 años y a lo largo de los nueve más recientes, el Toyota Camry se ha consolidado como el automóvil más vendido en los Estados Unidos, ganándole año tras año a su eterno contrincante, el Honda Accord, en el muy apetecido y ultra competido segmento de los sedanes medianos. La larga y exitosa historia del Camry, del que se han vendido 9 millones y medio de unidades en este país y 15 millones en todo el mundo, comenzó en la unión americana en 1983, cuando los primeros Camrys, que venían en versión sedán de 4 puertas y liftback de 5, llegaron para reemplazar el modelo Corona. La segunda generación llegó en el 87 y con ella el primer motor V6, la primera station wagon y la fabricación en la planta de Georgetown, en el estado de Kentucky. El coupé llegó con la tercera generación en el 92 y los Camrys Made in USA comenzaron a exportarse a otros países, incluyendo al Japón. La cuarta generación llegó en el 97 y con ella el Camry Solara, en versiones coupé y convertible. A la quinta generación, que vio la luz en el 2002, le cupo el honor de completar 10 millones de unidades vendidas, y fue con la llegada de la sexta generación en el 3007 que apareció la versión híbrida del Camry, que se convirtió así en el primer híbrido de Toyota fabricado de este lado del Pacífico.
Este otoño está llegando con bombos y platillos la séptima y más reciente generación de un automóvil que ostenta el difícil mérito de que el 90% de todas las unidades fabricadas aún estén andando por calles y carreteras de varias naciones. El segmento que el Camry lidera, como hemos dicho, es junto al de las pick-ups de tamaño completo, el más competitivo de la industria. Como si no bastara la disputa a muerte con el Honda Accord, otros contrincantes muy poderosos han hecho su entrada a esta arena. Estamos hablando, entre otros, del Chevrolet Malibú, que entró muy bien en su segunda generación y obviamente del completamente nuevo Hyundai Sonata, que ha superado con creces todas las expectativas de ventas. Para llegar con una nueva generación del Camry, Toyota tuvo que tomar una decisión trascendental. O bien se arriesgaba innovando con un Camry revolucionario, o mejor se afianzaba con una actitud conservadora, cosechando lo que ha sembrado con tanto esfuerzo por tantos años.
Basta darle el primer vistazo para darse cuenta de que Toyota decidió imprimirle al nuevo Camry esos mismos elementos que le han permitido triunfar, de manera tan incontestable, por todos estos años. En materia de estilo, el Camry que está llegando no puede ser más conservador y eso es evidentemente bueno. Las dimensiones, internas y externas, son básicamente las mismas, a no ser por un ligero incremento en el espacio para la cabeza, los hombros y las piernas. Estará disponible con motores a gasolina, de 4 cilindros en línea y de 6 cilindros en V, y también con sistema de propulsión híbrido. Se ofrecerá con motor a gasolina en las versiones L, LE, SE y XLE, y el híbrido en versiones LE y XLE.
Toyota se ha esforzado por lograr en el nuevo Camry la mayor eficiencia posible en cuanto a consumo de combustible, reduciendo el peso total, mejorando la efectividad del convertidor de torsión y empleando unos neumáticos que ofrecen menor resistencia al rodaje. Es así como, con el motor de 4 cilindros y 2.5 litros, que produce 178 caballos de potencia y 170 libras de torsión, un Camry rinde 25 millas con un galón de gasolina en la ciudad y 35 en la autopista. Ya con el motor V6 de 3.5 litros, con 268 caballos de potencia y 248 libras de torsión, ese rendimiento pasa a 21 millas por galón en las calles y 30 en las carreteras. El Camry Híbrido ostenta los mejores niveles de economía de su clase, gracias a su sistema de propulsión combinando motores a gasolina y eléctrico y produciendo 200 caballos de potencia, 13 más que el modelo anterior. Las cifras son sorprendentes: 43 millas por galón en la ciudad y 39 en la autopista, significativamente superiores a los 31/35 del modelo actual.
Más allá del rendimiento y la eficiencia en todas sus versiones, esta nueva generación del Camry se caracteriza, como las anteriores, por la calidad, la seriedad y la confiabilidad con que Toyota ampara todos sus productos, y si algo le falta es apenas una pequeña dosis de emoción. El rodaje es potente y al mismo tiempo suave, el comportamiento en curvas y ascensos es comparable inclusive con el de los sedanes deportivos mucho más lujosos y el confort interior es verdaderamente sobresaliente, con bajísimos niveles de ruido y vibración y un sistema de información y entretenimiento sencillamente espectacular, que combina audio Bose de la mejor calidad, con radio HD y satelital, acceso a información sobre tráfico y estado del tiempo y el maravilloso y muy novedoso sistema Entune, que permite acceder desde el auto y a través da la Internet a plataformas como Bing, Pandora, Open Table y Movie Tickets, para tener el mundo entero dentro del auto y al alcance de los dedos.
El nuevo Camry se fabricará en los Estados Unidos, en las plantas de Gerogetown, Kentucky y de Subaru en Indiana, y en la versión a gasolina contará con un 89% de partes americanas. La garantía total es por tres años y 36 mil millas y 5 años y 50 mil millas para el tren de potencia. Los precios sugeridos al consumidor comienzan en los $21,955 dólares, que es lo que se cobra por un Camry L razonablemente equipado. Ya para el LE, el precio asciende a los $22,500, el deportivo SE con motor de 4 cilindros vale $23,000, o 4% menos que el modelo actual. El SE con motor V6 tiene su precio en los $26,640, mientras que el XLE comienza en los $24,725, con motor de 4 cilindros y $29,845 con motor V6. Para el Camry Híbrido los precios se fijaron en $25,900 para la versión LE y $27,400 para la versión XLE. El Camry del 2012 llegará a los concesionarios el próximo mes de octubre.