Aunque es evidente que no se trata de un Lamborghini Gallardo Spyder, el espíritu que comparte el Audi R8 V10 con aquel produce una sensación de manejo casi idéntica entre el italiano y el alemán. Quizás R8 no tenga el diseño geométrico que ha distinguido a los modelos de la casa italiana y decir Audi no suene tan fancy como decir tengo un “Lambo”, pero al final de cuentas la deportividad es equivalente. Sobre todo algo que llama la atención, que por 162,700 dólares te puedas llevar uno a casa mientras que para el Gallardo en versión convertible hay que desprenderse de más de 230,000 dólares.
Aunque el diseño del Audi R8 está en sus últimos meses de vida, no cabe la menor duda de que aun así figura soberbio. Tendría que pensar cuál de las dos versiones comprarme. De entrada lo elegiría con motor V10 y en segunda analizaría si hacerme de los servicios del Spyder o el Cupé. Después de examinar y conducir el convertible creo que me quedo con este último. A la vez que disfrutas admirar el cielo y que los rayos del sol o la luz de la luna iluminen el vehículo, es una delicia despeinarte y disfrutar del susurro del más de medio millar de caballos de fuerza, colocados en la parte trasera de los asientos.
Recuerdo bien que hace un par de años tuve la oportunidad de manejar el Lamborghini Gallardo LP560-4, y al compararlo con el R8 que mantuve en mi poder el arrojo es igual. No existen tantos niveles de deportividad como en el Lambo. En el caso de la caja Rtronic te da la oportunidad de un majo Sport, y así agotar al máximo cada una de la líneas del tacómetro. Pero en esta ocasión la sensación fue aún mayor debido a que el R8 que explotamos al máximo es de transmisión manual. Hay que ser exactos con las revoluciones y el accionamiento del pie izquierdo para que en cada cambio no bailotee el vehículo.
Colocas la palanca en primera velocidad, presionas el acelerador a fondo y sacas el pie del pedal del embrague para salir disparado como cohete al mismo tiempo de dejar un poco de caucho en el asfalto. Además de que tu cuerpo queda pegado al respaldo y te domina la sensación de vacío en el estómago, verás cómo la manecilla llega a su fin hasta las 195 mph. Con 5,204 cc de cilindrada, el trabajo del V10 se vuelve adicción al oído, manos y pies. Cada vez que subes al puesto de conducción lo que no quieres es bajar del auto. Todo es poder, poder y más poder. Así como es excitante ver como el velocímetro se eleva de manera fugaz, lo mismo sucede con el cuenta revoluciones, con una zona roja que comienza por ahí en las 7,500 rpm.
No todos los días ni todos los autos otorgan el placer de comandar 525 caballos de fuerza. Como en cada ocasión comprobamos las capacidades de los vehículos que manejamos, al llegar a 60 mph desde cero el cronómetro vimos que se detuvo en 4.2 segundos. Hay que mencionar que esto se llevó a cabo a nivel del mar, por lo que la cifra de segundos se puede elevar a mayor altura.
Quien paga por un auto un precio superior a los 50,000 dólares es seguro que jamás voltea a ver el tag ni lee el renglón de rendimiento de gasolina en la ficha técnica. Cuando lo que buscas es poder y lo que tienes es dinero, el consumo de combustible te resulta insignificante. No está de más mencionar que el consumo promedio es de 14 mpg (6 km/l).
En todos los modelos de Audi, el tema de la rigidez y poco peso es algo fundamental. Debido a ello siempre opta por utilizar en los modelos convertibles toldos de lona de accionamiento automático y así no elevar más el peso. Comparado con el Cupé, el Spyder es 100 kg más pesado. En total pesa 3,979 lbs (1,805 kg).
Si eres de aquellos que gustan de un manejo extremo que ponga a prueba tus capacidades de conducción, creo que lo mejor es que voltees a ver un Porsche 911, por ejemplo. Aún desactivando el control de estabilidad y provocando la transferencia de peso en el auto, es imposible desacomodar el vehículo de su trayectoria. En todo momento el sistema quattro y la paquetería que se encargan de la estabilidad del auto no lo permiten.
Junto al alto desempeño, la imagen se enaltece por rines de 19 pulgadas; por detrás de ellos frenos de disco ventilados con ocho pistones adelante y cuatro atrás detuvieron el poderío de los diez cilindros de manera perfecta cuando hubo que acarrear a lo más alto a este auto.
El R8 es un sueño de manejo ya que cuenta con su motor posicionado centralmente detrás del conductor y, para mejor, también tiene tracción en las cuatro ruedas. Como si fuera poco el sonido del V10 nos enloquece haciendo que este R8 sea uno de los mejores vehículos que hayamos probado en Autoproyecto.com
Audi R8 Spyder from Peter Meyer DOP on Vimeo.