Un vehículo SUV es aquel que puede cumplir con un doble propósito, el de rodar sobre el asfalto como cualquier automóvil y poder circular sobre terreno complicado como caminos ásperos de terracería, arena y cualquier superficie con poca adherencia. Claro que siempre conservando las capacidades off-road que puede ofrecer un Jeep Wrangler, por ejemplo.
Ahora mi pregunta es ¿cuántos propietarios de modelos como Range Rover Evoque, Acura RDX, Jeep Grand Cherokee, Mercedes-Benz GLK o BMW X3, llevan a sus vehículos a terrenos agrestes? Según mi parecer, menos del 2% de los conductores se atreven a hacer un poco de off-road light.
El BMW X3 que tenemos a prueba a lo largo de doce meses cuenta con todo lo que se necesita para sacarlo del asfalto. Llamado SAV Sport Activity Vehicle por BMW, este utilitario en su modalidad xDrive35i tiene una altura con respecto al piso suficiente para sortear ciertos obstáculos que se interpongan en nuestro camino, algo que por supuesto no podríamos realizar en un Serie 3. Quizá no lo parezca, pero X3 tiene una distancia al suelo de un poco más de 8 pulgadas (20 centímetros). Atravesar un río o lodazal que no sobrepase los 50 centímetros de profundidad no es obstáculo ya que X3 tiene una destacada capacidad de vadeo.
El elemento que también desempeña un papel fundamental para las capacidades de un todoterreno ligero en el X3 es el sistema xDrive. De nada serviría tener una altura dominante, agraciados ángulos de ataque y salida si al tocar los suelos rudos no se tienen los atributos suficientes de tracción. Sin duda el famoso xDrive es una de las características más interesantes de X3. Trabaja de manera exacta para asegurar que la potencia vaya a la rueda que más lo necesita. Este sistema no solo se agradece al rodar en el off-road sino también al manejar en el asfalto. Al contar con fuerza en los cuatro neumáticos hace que el vehículo sea más sólido a la hora de rodar en caminos virados.
Sin embargo no todo es perfección en este X3. Unas por otras. Si recordamos el antecesor de X3 era una camioneta más rígida, lo que hacia que su comportamiento al circular sobre piedras y tierra fuera más estable. Pero al momento de pisar el asfalto sucedía todo lo contrario. Se percibía como un vehículo burdo y poco cómodo. Ahora es a la inversa. Todo ese confort de marcha similar al de un sedán que encontramos en un entorno urbano se vuelve un poco tedioso al manejar en un ambiente campestre debido a que la personalidad de la suspensión está orientada para vivir en el pavimento.
Tal vez si contara con un sistema como el Terrarin Response de Land Rover, el Select Terrain de Jeep o el Terrarin Management de Ford estaríamos hablando de una conducción más equilibrada por parte de BMW X3.
Donde X3 reina como su majestad es al momento de andar en velocidades crucero. Ahí es donde sientes el TwinPower que porta el seis cilindros reproductor de 306 caballos de fuerza y 295 lb-pie.