Aunque no es configuración dos puertas como el Chrysler 300C de la década de los 50´s, el remasterizado americano conserva el sello Made in USA; talla grande, motor de ocho cilindros y tracción trasera. Habrá quienes prefieran el look del modelo anterior pero sinceramente para mi luce mejor que nunca el modelo 2012, en particular el SRT8 el cual tuvimos la oportunidad de manejarlo para encontrar sus virtudes y defectos.
Por su naturaleza, el 300 SRT8 es un auto en el que por más que lo intentes no puede pasar por desapercibido en las calles. En primer lugar por sus imponentes dimensiones y en segundo por el rugir de sus poderos 470 caballos de fuerza procedentes del V8 HEMI.
Bien podríamos definir al 300 STR8 como el Dodge Charger vestido con traje de etiqueta pero sin corbata. A diferencia de la generación anterior, que en ciertos momentos nos traía recuerdos de Bentley, el modelo 2012 me parece mejor estéticamente hablando. Se dejó de abusar del cromo para adornar ciertos detalles de la carrocería, sobre todo en esta versión SRT. Para elevar el alma deportiva del vehículo el equipo de Street Racing Technology proporciono al 300 de una parrilla en color negro, además de tener faros oscurecidos. Al mirar por el espejo retrovisor al sedán, es evidente a leguas su soberbio frontal. Otro toque característico son los deslumbrantes rines de 20 pulgadas de cinco brazos de aluminio pulido. En su parte trasera resaltan un par de salidas de escape bañadas con cromo.
Como en el caso de la carrocería y el motor, en el interior se vive un ambiente inclinado al espíritu racing, aunque con ligeros toque de elegancia. De la misma forma que en el exterior se dejó para otra ocasión el uso de metal. Todo ese cromo y madera que se usa en el 300 fue intercambiado por fibra de carbono en el SRT8. Un detalle más a destacar son los asientos. Combinan piel, gamuza y costuras en color blanco y adornos en el respaldo con el sello de casa “SRT”.
Una vez acomodados en la posición del conductor nos damos cuenta de la impresionante aceleración del V8 que porta el Chrysler 300 SRT8 2012, solo basta con dar un ligero toque al pedal del acelerador y sientes en el cuerpo todo el poder de cada uno de los 470 caballos de fuerza enviados al eje trasero. Y es que debajo del capó de este modelo SRT, vive un fogoso y monumental motor de 6.4 litros. Es una delicia manejar este vehículo y hacer uso en su totalidad de 470 lb-pie de torque. Un empuje formidable. Desgraciadamente no todo es perfección en este Chrysler, el motor HEMI pide a gritos una caja de cambios más ágil y con más relaciones. No le caería nada mal por lo menos una velocidad extra para aligerar el destello de los 470 caballos de fuerza y a su vez elevar aún más el carácter deportivo del 300.
A pesar el granito en el arroz que encontramos en el Chrysler, la cantidad de segundos que requiere para llegar a 60 mph (100km/h) desde cero sorprendente. Se necesitan solo cuatro segundo para lograr la encomienda de llevar la aguja del velocímetro a esa posición. Esto es en velocidad. En lo que se refiere a distancia, el SRT8 llega a la meta del cuarto de milla en solo 12 segundos. Debido a la capacidad de aceleración y que es un vehículo con la capacidad suficiente de llegar a 160 mph (256 km/h), las cuatro ruedas llevan en su interior frenos de disco ventilados de 14.2 y 13.8 pulgadas de la marca especialista Brembo, los cuales son mordidos por calipers de cuatro pistones.
Este SRT8 tiene el don de ser un auto de uso familiar pero a su vez puede quitarse la careta de ser un vehículo citadino y usar la de alto desempeño. Todo esto gracias al poder del motor y a la suspensión adaptativa de la firma Bilstein. En conjunto, los cuatro amortiguadores pueden pasar de un accionamiento suave a un modo rígido. Basta seleccionar entre modo Auto o Sport. Este trabajo de la suspensión brinda un desempeño optimo, más en caminos virados
Como es bien conocido el motor HEMI tiene la particularidad de desconectar cuatro cilindros, toda vez que una serie de sensores detectan si es necesario ocupar el cien por ciento de la potencia. Lo que se traduce en un ahorro de aproximadamente del 20 por ciento, si es que no tuviera este sistema. Algo muy práctico en ciudades con problemas viales donde no es necesario el derroche de poder.
Algo que nos tuvo realmente entretenidos fue el dispositivo Uconnect Touch. A través de una pantalla táctil de 8.4 segundos se administra el audio, navegador, Internet y Bluetooth. Tal vez un día despiertes con ánimos de saber tus capacidades como conductor, pues bien, el mismo sistema te entrega información de tallada. Le es posible medir tiempos de aceleración, octavo y cuarto de milla, además de cronometrar el notable 0 a 60 mph (100km/h). Esta retroalimentación de desempeño también te permite saber la distancia de frenado y las fuerzas G.
Como conclusión podemos decir que el 300 SRT8 ofrece manejo de alto desempeño pero en ciertos momentos destallan toques de elegancia. Jamás olvida su origen.