Para recibir de buena forma el 2013 Land Rover ha realizado un operación estética y mecánica sobre el LR2. Por tanto, ahora el vehículo lleva el apelativo más en los términos de equipamiento, potencia y eficiencia. Además para complementar este upgrade, la carrocería adquiere ligeras modificaciones.
Quizá lo que más llama la atención de este LR2 2013 es su nuevo corazón. Esta vez el SUV se une a la tendencia de utilizar un motor compacto pero con un gran arrojo gracias a la ayuda de un turbocargador. En lugar de utilizar el V6 de 3.2 litros el utilitario recibe el mismo motor de cuatro cilindros de 2.0 litros que tanto a glorificado al Range Rover Evoque. Es impresionante que aun con 1.2 litros menos de cilindrada el nuevo bloque es superior con 10 caballos de fuerza. Todo es completamente diferente a la hora de presionar el acelerador. Antes era necesario llegar a 6,300 rpm para lograr su máximo de 230 caballos de fuerza, ahora solo es necesario llevar la aguja del tacómetro a 5,500 rpm para detonar su energía máxima de 240 caballos de fuerza.
Algo necesario en este tipo de vehículos, por su gran peso, es útil contar con un motor que tenga un empuje inmediato. Solo hay que esperar a las 3,200 rpm para que LR2 esté en el clímax de su torque de 250 lb-pie. Si comparamos este 2.0 litros con el V6 del LR2 2012, además tener un carácter más vertiginoso la curva de par motor es más constante. Existe otro tema a del que se debe de hablar respecto a la maquina del renovado LR2 y es la economía de combustible. Aun así de que las cifras son mayores, el consumo de gasolina. Junto a que el motor tiene dos cilindros menos y que por ello es más ligero, agrega tecnologías con la inyección directa de combustible, distribución variable y Sistema de Gestión de Energía (IPSM), que cuenta con carga regenerativa inteligente.
Por su puesto que al llevar a la práctica el nuevo motor que incorpora el LR2 ofrece una conducción más deportiva. Es posible seleccionar el estilo de manejo según las situaciones del camino. En el modo deportivo, la transmisión automática de seis velocidades está programada para mantener las marcas bajas durante más tiempo y ayudar a una mejor aceleración.
Pero así como se sabe comportar de una manera deportiva en el asfalto, el LR2 hace lo propio sobre superficies difíciles. Land Rover evidencia una vez que es una de las marcas que han sabido equilibrar el desempeño on-road y off-road de sus vehículos. Algunos SUV´s saben hacer bien las cosas sobre el asfalto pero al momento de entrar al off-road se quedan cortos, o bien al contrario hay vehículos que se mueven con gran agilidad en tierra o lodo y al momento de conducirlos en carretera no son lo rápidos y estables que se esperaría.
Un factor clave para lograr un excelente rendimiento es la suspensión totalmente independiente que capitaneada por el Terrain Response puede modificar la altura y rigidez, y así librar distintos obstáculos o estar lo más pegado al piso para un optima estabilidad cuando se conduce a altas velocidades.
Aprovechando el downsizing al que fue sometido el LR2 se realizaron algunas mejoras estéticas. En esta ocasión los grupo ópticos de LED lo hacen ver como un verdadero SUV Premium. Complementa esta modernización la parilla y los nuevos diseños para los rines de 18 o 19 pulgadas según la versión. Así como sucede en Range Rover Evoque, LR2 además de los colores clásicos se podrá adquirir en tres tonos muy llamativos.
Lo primero que se nota al entrar en el contemporáneo LR2 es la nueva consola con pantalla táctil de siete pulgadas. A través de esta pantalla puede controlar el sistema de audio Meridian y el navegador. Una más de las innovaciones es la sustitución de la clásica perilla de Terrain Response por botones. Para modernizar aun más la cabina, el cuadro de instrumentos es desplegada por medio de una pantalla de cinco pulgadas que muestra información primaria relacionada con el vehículo. Por último, un nuevo sistema de activación por voz "Say What You See" le pedirá al conductor visualmente con las órdenes que él o ella necesita para hablar con el fin de controlar las funciones de audio, navegación y sistemas telefónicos.