Hace seis años Mercedes-Benz quiso ir más allá de la deportividad que ofrece Mercedes AMG. Es por ello que se creo la línea Black Series. Desde su fundación a la fecha se han creado cuatro modelos con el emblema AMG Black Series.
En 2006 surgió el SLK 55 AMG Black Series con 400 caballos de fuerza, un año más tarde apareció con 507 caballos de fuerza el CLK 63 AMG Black Series y para 2008 hizo su aparición el SL 65 AMG Black Series con 670 caballos de fuerza. Fue el año pasado cuando nació el cuarto capítulo de este saga Black Series, el C63 AMG con 510 caballos de fuerza, y del cual tuvimos oportunidad de manejar.
Tomando como base la versión dos puertas del C63 AMG, en el papel el Black Series es solo 30 caballos de fuerza más potente. Conducir el Clase C más feroz de su historia no es cualquier cosa. Como si hubiera salido de alguna carrera de la DTM, este coupé luce como un autentico salvaje.
Abres la puerta y el espíritu racing no se hace esperar. Existen varias disimilitudes respecto a un C63 AMG y que decir con C350. Desde que te acomodas en los asientos de cubo forrados en microfibra inicia la experiencia, lo mismo sucedes cuando colocas las manos en volante. Combinar la Alcántara con costuras rojas fue un gran acierto. Para perder algunos kilogramos la banca trasera fue eliminada, aunque si deseas que vuelva tendrás que pagar algunos dólares extras.
Llego el momento más ansiado desde que sabíamos que íbamos a tener a esta fiera en nuestro poder. Encendemos el refugio de los 510 caballos de fuerza del C63 AMG Black Series y es el anuncio que la fiesta ha dado inicio. Suena como se ve. Acoge el mismo V8 de 6.3 litros visto en el Alas de Gaviota, así que quienes hallan tenido de escuchar ya la resonancia del ocho cilindros sabrán a que me refiero cuando me refiero a esta bestia de acero.
Al no utilizar algún sobrealimentador de por medio la ejecución del motor es de manera inmediata. Aunque para lograr atrapar la potencia máxima es necesario llegar a 7,000 rpm. Pero que importa cuando te compras un automóvil con estas características lo único que quieres hacer cada vez que pones el pie en el acelerador es llegar a la zona roja del tacómetro.
Respecto a la sensación de la dirección y transmisión, es la misma que en el C63 AMG. Salvo la suspensión que recibió una puesta a punto más firme, gracias a la agregación de coil overs en el eje trasero. Algo que es de llamar la atención es el excelente trabajo del chasis, lo notas al momento de ir al altas velocidades y a la hora tomar las curvas.
Tiene un look verdaderamente radical. Cada uno de sus elementos estéticos son más funcionales que ornamentales. Cuando se incrementan los caballos de fuerza es importante dotar al vehículo de la mayor aerodinámica y por ello es que la piel de este C63 AMG Black Series recibe una serie de herramientas que ayudan a que el auto tenga la mejor adherencia al asfalto. Es difícil saber por donde iniciar, pero desde mi punto de vista las enormes salpicaderas son quienes dan al vehículo el aspecto rudo. Son más grandes debido a que los neumáticos crecen a lo ancho. A la vez agrega fascias más robustas, un difusor trasero, faldones laterales, ventilaciones para frenos y motor, si deseas puedes comprar un alerón al estilo del SLS AMG GT3.
Toda esta serie de elementos trabajan a cada instante, pero cuando más se les exige es al momento de que subimos de nivel el estilo de manejo, puedes seleccionar entre Normal, Sport, Sport+ y Manual. Cada paso hace que el automóvil actué de una manera distinta, y así poder comprobar las cualidades tanto C63 AMG como de quien lo maneja.