Para vivificar el Boxster, Porsche se propuso anteponer la palabra “más” a los siguientes atributos: ligereza, velocidad y eficiencia. De este modo, los ingenieros de la firma germana formaron un vehículo con aproximadamente 88 libras (40 kg) menos que la generación que reemplaza. En cuestión de rendimiento, el roadster que aparece en las imágenes consume 15 por ciento menos gasolina. A su vez este Boxster 2013 luce una imagen más fresca y dinámica.
Está disponible en dos versiones; Boxster y Boxster S. Anteriormente, el Boxster base portaba un motor de seis cilindros de 2.9 litros. Ahora las cosas han cambiado, y en esta ocasión la versión de entrada posee un bloque de 2.7 litros que ofrece 265 caballos de fuerza. En total son 10 caballos de fuerza más a pesar de disminuir su cilindrada. Con una velocidad máxima de 164 mph (262 km/h) el moderno cabrío acelera de 0 a 62 mph (100 km/h) en 5.5 segundos, una milésima menos que su antecesor. Si optas por la versión “S” tu pie derecho será el amo de 315 caballos de fuerza a las 6,700 rpm. Si bien conserva el mismo motor de 3.4 litros, agrega cinco caballos de fuerza extra y un total de 266 lb-pie de par motor. Esta vez Boxster S 2013 despega de 0 a 62 mph (100 km/h) en 4.7 segundos, en tanto que la velocidad tope es de 173 mph (276 km/h).
A diferencia del 911 que estrena la caja manual de siete velocidades, esta no fue solicitada para la tercera generación del Boxster. Hubiera sido tremendo tener disponible la novedosa transmisión en este cabrío. Tanto la versión base como el “S” se podrán adquirir con una caja de velocidades manual o la Doppelkupplung -PDK- de doble embrague, ambas de seis marchas.
Durante nuestra prueba de manejo en el autódromo de Birmingham, Alabama, tuvimos la oportunidad de poner en práctica todas las cifras antes mencionadas. Para iniciar manejamos en el trazado el Boxster con caja PDK con el paquete Sport Chrono, el cual exprime cada uno de los caballos de fuerza. Convierte al roadster en un auténtico demonio. Podríamos describir una infinidad de sensaciones, pero para muestra basta un botón: en cuanto a su capacidad de despegue, el Boxster S rebaja dos décimas de segundo al hacer el sprint de 0 a 62 mph (100 km/h). Una vez que aceleras, revolucionas el motor y sueltas el pedal de freno, tu estómago te lo dice todo. Aunque no todo es derroche de poder, el Boxster 2013 también tiene su lado eficiente. Una de de las novedades del renaciente modelo es el sistema start/stop y la dirección electromecánica.
Aunque sufrió cambios estéticos las diferencias no son dramáticas, por lo que el Boxster mantiene su esencia. En realidad Porsche es una de las marcas que no necesitan realizar cambios radicales en diseño para ganar o recuperar clientes. Todo es tradición en la gama de vehículos de la casa de Stuttgart. A detalle podemos ver una transformación en los faros y entradas de aire frontales. Acentúa la arquitectura del auto un perfil con un mejor flujo de aire gracias a las ventilaciones laterales. También podemos observar un nuevo diseño en los grupos ópticos traseros y un spoiler que mejora estabilidad del auto.
Internamente el Boxster 2013 sigue los pasos del 911, que a su vez heredó ciertos rasgos del inolvidable Carrera GT. Navegador, sistema de audio y aire acondicionado podrán ser accionados mediante la pantalla táctil. Para elevar el lujo, Alcantará recubre gran parte de la cabina.
Diferenciar el Boxster “básico” con el “S” es sencillo. Este último, además de ganar en potencia como mencionamos al principio, equipa rines de 19 pulgadas y no de 18 pulgadas como la versión de entrada. Además de que las luces frontales son de bi-xenón y la salida de escape es doble.
Son 49,500 dólares los que hay que pagar por el Boxster, mientras que el Boxster S tiene un precio inicial de 60,900 dólares. Si comparamos los precios entre la segunda y tercera generación, la diferencia de precios es de 1,400 y 2,300 dólares respectivamente.