Emulando a los clásicos “Vochos”, esta edición especial del Beetle congrega ciertos toques estéticos que tanto han caracterizado al emblemático “auto del pueblo”. Disponible con motor turbo de 2.0 litros y 200 caballos de fuerza o bien con un 2.5 litros de 170 caballos de fuerza, Volkswagen Beetle Fender se diferencia por el color negro de la carrocería, las carcazas de los espejos cubiertas de cromo, grupos ópticos traseros entintados, faros de bixenón con luces de LED, además de la doble salida de escape y emblemas “Fender” en las salpicaderas delanteras.
En el caso de la versión Sport –con 170 caballos de fuerza- agrega rines al más puro estilo retro y difusor en color negro. Por su parte, la variante Turbo –con 200 caballos de fuerza- equipa rines deportivos de 19 pulgadas, así como un par de spoilers situados en la parte trasera, uno en la parte superior y otro en la inferior.
Todo ese sello característico de Fender se puede encontrar en la cabina de esta edición especial del Beetle. Es la superficie del tablero quien porta la esencia de las clásicas guitarras de la marca. Se distinguen también estribos de aluminio y volante forrado en cuero. Cada Beetle Fender en su variante Sport obtiene asientos y paneles de las puertas forrados en Leatherette. Dentro de la cabina de la versión Turbo se observan cuero en los paneles de las puertas, pedales de aluminio, insertos en color “piano black” en puertas y volante, así como los asientos cubiertos de tela y Leatherette “Fender Design”. Un detalle más es el cuadro de instrumentos situado en la consola central, tres relojes indican: presión de aceite, cronómetro y presión de turbo.
Claro que se no podía dejar de lado el tema de los decibeles en este Beetle Fender. Y es que la lista de atractivos se ve complementada por un sistema de audio de 400 watts de potencia, ocho altavoces más un sub-woofer, amplificados por una fuente de poder de 10 canales.