GLI es para Jetta lo que GTI es para Golf. Básicamente ambos modelos e Volkswagen laten con el mismo corazón. Si deseas la facilidad que otorga tener un auto cuatro puertas -más espacio para los pasajeros de la fila trasera y mayor volumen de carga en la cajuela- junto con el vigor que brinda el famoso motor 2.0 litros de Volkswagen GLI es un buen candidato.
¿Pero qué más agrega este GLI al Jetta convencional? En el exterior se observan elementos que engrandecen el espíritu deportivo del GTI versión sedán. Contiene labio frontal, parrilla con el sello GLI, difusor trasero, salida de escape dual, faldones laterales y salida de escape dual. Además, grupos ópticos oscurecidos. Sería bueno ver luces de xenón y no de halógeno.
Lo anterior está complementado por rines exclusivos de 17 pulgadas. Ubicado al mando observas un hábitat con tendencias al estilo racing. Asientos tipo cubo, volante y palanca de velocidades cubiertas de cuero contrastan perfectamente con las costuras en color rojo y el aluminio contenido en ciertas partes del tablero.
Una vez cerrada la puerta del conductor encendemos la maquina para dar inicio a la parte más interesante, la conducción. De la misma manera que Tiguan, GTI y CC, GLI toma vida por medio de 200 caballos de fuerza. Ágil y fugaz son los calificativos que describen el tren motor una vez que exigimos poder. Aunque la palanca de velocidades marca D Drive y S Sport, la fiesta comienza desde Drive, la cual se ve elevada al bajar un paso más la palanca de cambios. En Sport el motor de 2.0 litros TFSI se comporta feroz. A quien también se le debe hacer notar es a la caja de velocidades DSG de seis velocidades. Trabaja de manera formidable y a diferencia de una manual gasta al máximo cada unos de los caballos de fuerza, y además ayuda a que el consumo de gasolina sea mesurado a pesar de los dos centenares de caballos que lo mueven.
Del reposo al movimiento sientes que tarda un poco en accionar debido a que los reflejos del turbocargador no despiertan de inmediato. Una vez despabilado no hay quien pare la bocanada de poder. Claro que no es un GTI, el hatch tiene una distancia entre ejes tres pulgadas más corta que el sedán, pero ya en altas velocidades acompañados de curvas bien marcadas, el automóvil se percibe estable y seguro, gracias a la electrónica y a la suspensión Multilink, algo que no existe en las otras versiones.
Equipa aire acondicionado, conexión Bluetooth, entrada de audio auxiliar, techo panorámico, pantalla táctil de 6.5 pulgadas y sistema de audio con ocho bocinas. GLI agrupa diferentes sistemas de seguridad para que no se salgan de control 200 caballos de fuerza y 207 lb-pie de torque, como el diferencial electrónico, control de estabilidad y distribución electrónica de frenado.
Nuestra recomendación es: si eres soltero o soltera, GTI es la opción; en caso de tener familia, este GLI es lo ideal.