Simplemente el Ferrari 458 Italia es un automóvil que sensibiliza al máximo cada uno de los sentidos. La vista se deleita al observar su estética atlética e imponente, el oído queda extasiado al escuchar la grave resonancia del poderoso V8 y el sentido del gusto se saborea cada vez que el italiano entra y sale de las curvas. Cuando accedes a la cabina del auto, el olfato queda impregnado de los ricos materiales que la constituyen. Por último, el tacto se seduce al momento que las manos se empapan de la piel, fibra de carbono y demás materiales encontradas en el interior del 458.