Mustang es Mustang. Esto lo decimos porque este muscle car ha sabido ganar la batalla a sus competidores simplemente por los años que lleva en el mercado. Desde su aparición en 1964 en ningún momento Ford ha dejado de vender este icónico modelo. Algo que Chevrolet Camaro no puede presumir, ni tampoco el Dodge Challenger o Charger. Si bien la cuarteta se jacta por ser del Club del Musculo Americano, ninguno ha vendido la cantidad de automóviles gracias a su medio siglo de vida en el mercado.
Ford Mustang es de esos pocos vehículos que lejos de perder admiración por el público gana más adeptos con el paso de los días. Un ejemplo de ello es que a un año de la desaparición de la actual generación del pony car continua robando miradas. No importa que su diseño ya tenga algunos años en el mercado y halla recibido pequeños cambios estéticos, nada de eso importa es un Mustang.
Esto mismo podemos decidir de su manejo y del consumo de gasolina. Y es que quien compra un Mustang, poco le importa si el V8 deglute como un sediento empedernido o si el manejo en las curvas es poco agraciado. Nada de eso pasa por la cabeza. Lo único que se piensa en la emoción que provoca escuchar la palabra Mustang, el saber que en tu cochera existe una especie de automóvil como esta. Es un vehículo de tradición pura.
Con las adecuaciones a las que fue sometido en el facelift, el Mustang luce una cara sensacional. Se nota más robusto pero al mismo tiempo con dotes modernos como lo son los faros de alta intensidad y LED. Parrilla y fascias fueron de igual manera fueron actualizadas. Para la versión GT que tuvimos a prueba, el motor V8 equipa extractores para una mejor refrigeración de los caballos de fuerza. Por detrás también luce superior. Esta vez al igual que al frente los grupos ópticos son iluminados por LED los cuales se acompañan por un panel en color negro.
Si vas a comprar un Mustang debes de ir por la puerta grande. En este tipo de vehículos no debemos de escatimar en el precio y mucho menos ver el rendimiento de combustible. Así que la opción ideal es la GT. Un ocho cilindros en enciende con un sonido ronco que avisa desde el ralentí que esta dispuesto luchar a la mínima provocación de tu pie derecho. A estas alturas del partido y como está la competencia 420 caballos de fuerza tal vez se escuchen pocos pero no es así. Para las dimensiones y peso el 0 a 100 km/h lo realiza por debajo de los cinco segundos, 4.3 para ser exactos. Así que al entrar al club del sub-cinco le da el sello de deportivo perverso.
Podemos perdonar que la suspensión sea al estilo antiguo y que el diseño conserve ciertas peculiaridades, donde si habría que hacer algunos cambios es en la caja de cambios. En el caso de la automática se pide que la transmisión tenga una respuesta más rápida, mientras que en la manual el embrague es demasiado rígido más cuando estamos en un vehículo que le podemos dar un uso diario. Pensando en las adecuaciones que podría sufrir el sexto capítulo de la leyenda Mustang, pensamos que la calidad de los materiales podría sufrir mejoras así como el equipamiento. Esperemos que la futura generación sea más moderna y equipe sistema de infoentretenimiento como el que equipan los demás modelos de la marca.
Después de dejarnos con un buen sabor de boca a bordo del Mustang 2013 ahora solo queda esperar la llegada del futuro modelo 2015 el cual llegará con una serie mejoras que celebrará el primer medio siglo de vida del pony car.