Porsche publicó la lista de llantas homologadas por la marca tras una serie de exhaustivas pruebas durante varias semanas llevadas a cabo por expertos en neumáticos de Porsche, quienes manejaron modelos clásicos y modernos clásicos Porsche, como un 356, un 911 Carrera modelo G, un 911 Turbo (930) y un Porsche Boxster (986) de primera generación.
Las pruebas se realizaron sobre los estándares típicos para probar y aprobar los nuevos neumáticos desarrollados para los coches clásicos Porsche. La homologación también está documentada por lo que se conoce como la marca N en el flanco del neumático.
Porsche es el único fabricante que realiza este tipo de servicios para modelos antiguos, que van desde los 356 con más de 50 años de vida hasta todas las generaciones del Porsche 911 y los modelos transaxle, los 924, 944, 968 y 928, pasando por la primera generación del Porsche Boxster (986).
Esto justifica que alrededor de dos tercios de todos los deportivos Porsche construidos a lo largo de la historia todavía continúen conduciéndose, más o menos regularmente, por nuestras carreteras.
Con estas pruebas de neumáticos para coches deportivos clásicos, Porsche asegura que sus modelos antiguos también se beneficien de los progresos hechos en el desarrollo de neumáticos, que están realizados para cumplir con sus necesidades.
Con ello se mejora el comportamiento y la seguridad en la conducción, en lo referente al agarre en carreteras mojadas y a menores distancias de frenado.
La última lista con los nuevos neumáticos añadidos este año se puede descargar en:
http://www.porsche.com/germany/accessoriesandservices/classic/galleryanddownloads/downloads/
Llantas para Porsches de hasta 65 años
Puesto que alrededor de dos tercios de todos los modelos Porsche fabricados a lo largo de la historia están todavía en condiciones de uso, Porsche hace un gran esfuerzo para cuidar esos modelos más antiguos. Esto se puede ver en el formato utilizado para la homologación de los modelos más viejos: Actualmente hay 183 recomendaciones sólo para los neumáticos de verano de aquellos modelos construidos entre 1949 y 2005. Otras 126 recomendaciones se aplican a los neumáticos de invierno.
Todas estas homologaciones son habitualmente actualizadas cada dos años a través de continuas pruebas. La razón de este gran esfuerzo es obvia: Como fabricante, Porsche no puede abandonar a los propietarios en lo que a los tipos adecuados de neumáticos se refiere, porque muchos de ellos siguen cuidando con cariño y conducen sus modelos Porsche que se remontan a los años cincuenta y sesenta.
Si, por ejemplo, empresas independientes de neumáticos se encuentran con un Porsche 356 de 1963 con un neumático 185/70 R 15, podrían usar probablemente ese tipo de rueda que generalmente está disponible para los populares VW Beetle y para varias versiones del modelo Transporter que todavía quedan.
Sin embargo, en el pasado ya se hicieron homologaciones de neumáticos especiales para modelos Porsche nuevos, y se basaron casi siempre en desarrollos específicos llevados a cabo por el fabricante de neumáticos, que los diseñaba para Porsche. Así, si seleccionamos un nuevo juego de neumáticos para un 356 sobre la premisa de que "sólo importa el tamaño", sería claramente un error.
Ese bello automóvil clásico no sería apto para ser conducido en la mayoría de los casos, pues su agilidad y comportamiento seguro en carretera no quedarían a la altura. Puede que en seco no hubiera problema, sin embargo, la cosa cambiaría con el asfalto mojado. Esas elecciones incorrectas son el motivo por el que Porsche ha llevado a cabo las últimas pruebas de neumáticos.
Para evitar dramáticos errores, los nuevos modelos de neumáticos son probados y procesados para homologarse en todos los coches más antiguos.
El Museo Porsche y Porsche Classic siempre han estado satisfechos de poder ofrecer sus flotas y enviar los coches a las pistas de pruebas.
En este sentido, tienen lugar duros tests de conducción en el centro de pruebas Contidrom, cerca de Hanover, donde se usan estos modelos Porsche que ya tienen unas cuantas décadas a sus espaldas, debajo sus elegantes diseños.
Porsche Classic adopta las recomendaciones de los probadores especializados en neumáticos que, especialmente en el caso de Dieter Röscheisen, tienen una experiencia de varias docenas de años en este trabajo. Él mantiene el formato clásico de pruebas con los coches históricos y suele ser igual de rápido cuando las realiza.
Porque las pruebas de neumáticos también significan conducir al límite de una forma controlada.
Las disciplinas de probar el comportamiento en seco y mojado son de gran interés, mientras que las pruebas de frenado y aquaplaning completan el programa de tests.
Este programa completo está orientado hacia la medición precisa del comportamiento de los neumáticos cuando se les lleva al límite. Cada faceta del comportamiento, desde el movimiento inicial de la dirección hasta la salida de la curva, es analizado con precisión en la prueba para cada juego de neumáticos. Si el coche gira limpiamente en la curva es sólo la primera etapa hacia la homologación.
El comportamiento bien controlado bajo una aceleración transversal alta es obligatorio, y la salida de las curvas se debe hacer sin ninguna pérdida de adherencia sobre la carretera.
Armonía entre lo clásico y lo moderno
Las pruebas siempre comprenden varias vueltas a esta pista con muchas curvas, y la precisión de los tiempos por vuelta se utiliza con un propósito comparativo. Al rodar al límite, un neumático debe ofrecer un rendimiento predecible y un equilibrio que le permita obtener una buena calificación. Lógicamente, lo mismo se aplica a los ejes delantero y trasero, pues ésta es la única manera de obtener buenas puntuaciones y la perspectiva de la homologación para los vehículos históricos.
El marcado, que convierte a los neumáticos en una dimensión de gran valor histórico para Porsche, es como una especie de sello de calidad: Aquellos modelos de neumáticos recomendados por Porsche llevan la marca "N" en el flanco, siempre en combinación con un número (N0, N1, N2, etc.).
Esta "N" ha sido durante décadas el sello distintivo para los diseños de neumáticos especiales desarrollados por Porsche. Naturalmente, hubiera sido estupendo poder marcarlos con "P" o "Po" para Porsche, pero el desarrollo internacional de los estándares de neumáticos eligió la "N" como marca inconfundible para las homologaciones de Porsche y así continúa todavía hoy. Todos los expertos saben que la "N" pertenece a Porsche en lo que a neumáticos se refiere.
El número correspondiente después de la "N" se usa solamente para diferenciar la serie de homologación.
Por ejemplo: la primera versión de un neumático con las dimensiones 195/65 R 15 fue homologada con la marca N0 para los Carrera de los setenta. Cuando una nueva serie del mismo neumático, fabricante y tipo se diseña y homologa para producir como pieza de recambio, al neumático se le asigna el número auxiliar siguiente, en este caso el 1, para diferenciarlo de la serie precedente.
Mantenimiento de las llantas
Este aspecto especialmente crítico fue también probado durante la última serie de tests en el verano de 2014. Ese efecto juega un papel importante cuando un vehículo con una larga historia se conduce sólo de cuando en cuando, por lo que pasa más tiempo parado que rodando. Los neumáticos se vuelven visiblemente más frágiles y la tracción y el nivel de agarre disminuyen.
La palabra "inconducible" no se le puede aplicar a un neumático si tiene poco más de cinco años de vida. Pero su capacidad para un estilo de conducción suave, que puede haberle caracterizado en otro momento, disminuye en todos los casos de forma constante con la edad. Si echamos un vistazo al llamado número DOT en el flanco del neumático, se puede determinar rápidamente la antigüedad que tiene actualmente.
El número que acompaña a las letras DOT siempre tiene cuatro dígitos, que especifican la semana y el año de producción del neumático, por ejemplo, 1302 para la semana 13 del año 2002.
Durante el programa de tests de 2014, el experto en pruebas de neumáticos Dieter Röscheisen evaluó unas gomas de hace doce años como muy críticas, especialmente en lo que se refería al comportamiento en mojado:
"Los neumáticos se probaron en un 930 Turbo de 1988. Estos neumáticos con doce años ofrecen muy poca tracción, particularmente cuando el piso está mojado, con su correspondiente bajo rendimiento en frenada y, por ello, se hace extremadamente difícil la conducción, máxime en vehículos sin ABS, debido a la alta tendencia al bloqueo de las ruedas delanteras. Inicialmente se mete lentamente en las curvas. Eso lleva a un incómodo subviraje, algo que es atípico en la puesta a punto básica de Porsche. En algún punto durante la curva, de repente aparece algo de tracción que hace que la parte trasera se mueva de forma inquietante. El comportamiento de un Porsche 930 normal se ve realmente afectado por ello y requiere manos expertas, sobre todo en mojado, para evitar perder la parte trasera de forma brusca. Así es difícil, si no imposible, conducir rápido por una trazada limpia".
Un tono completamente diferente se alcanza en los resultados de los tests de evaluación con el nuevo neumático 185/70 R 15 para los Porsche 356 de 1963. Estas son las palabras exactas en la hoja de evaluación: "Este juego proporciona una impresión general muy buena, incluso en el 356 con las llantas más pequeñas de 5.0 J x 15. Ofrece gran cantidad de agarre y su equilibrio es bueno. La tendencia al sobreviraje y al subviraje es baja, y cuando se escapa de atrás no lo hace de manera violenta. Eso hace a la parte trasera un poco más ágil en general. Uno puede conducir de forma rápida y precisa, con una sensación alta de seguridad en todo momento. Los neumáticos ofrecen una gran reserva de seguridad y no tienen ningún punto débil en particular".
Como nota aparte, este Porsche vintage, un modelo 356 Super 90 de la colección del museo, está hoy probablemente equipado con unos neumáticos ligeramente mejores y tiene unas características de conducción más equilibradas que cuando fue construido hace 51 años, en 1963.
300 neumáticos para elegir
Las calidades de los neumáticos antes mencionados y de otros nuevos diseños probados y homologados, están enumeradas en detalle en la página principal de la web de Porsche Classic. Hay aproximadamente 300 neumáticos de verano e invierno homologados, que están disponibles para los deportivos Porsche construidos entre 1949 y 2005. Hay, quizá, de cinco a siete recomendaciones disponibles para ciertos modelos, dependiendo del tamaño de las llantas.
Esto es porque no todos los nuevos neumáticos desarrollados y asociados con un modelo continuaron siendo fabricados durante décadas, después del periodo durante el que se produjeron como equipamiento de origen.
Algunos tipos simplemente se dejaron de hacer, otros se modificaron debido a nuevas normas referentes a compuestos de caucho.
Por ejemplo, este es el caso si los componentes químicos empleados en la producción del neumático se han cambiado cuando otros componentes más modernos han llegado al mercado, ofreciendo mejor agarre y, simultáneamente, menor resistencia a la rodadura. Los fabricantes de neumáticos no pueden permitir que dichos desarrollos pasen.
Simplemente el montar los neumáticos de etapas posteriores, sin probarlos sobre las llantas de los vehículos antiguos, no ha tenido éxito en la práctica. Se han dado casos en el amplio campo de los vehículos históricos donde el coche ha llegado a ser casi incontrolable cuando se conducía al límite, después de haberse equipado con neumáticos no específicos.
Realmente, el desastroso comportamiento en la conducción no es necesariamente el resultado inmediato. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se da un comportamiento bastante desequilibrado en los movimientos de la dirección y en la manejabilidad del coche. Un problema particularmente negativo lo encontramos cuando un neumático tiene un rendimiento pobre en condiciones de mojado.
Igual que para el resto de conductores, quien se pone al volante de un Porsche antiguo no puede elegir la meteorología que se va a dar sobre las carreteras por las que transita.
Ésta es sólo una de las razones por las que, el nuevo desarrollo para viejos vehículos llevado a cabo por la industria de los neumáticos, está sujeto al programa de pruebas de Porsche. En numerosos casos esto lleva a una cooperación en desarrollos posteriores de tipos específicos de neumáticos, que a menudo conducen a pruebas altamente recomendables para los variados tipos de neumáticos. La marca "N" en el flanco los unifica a todos ellos como probados y homologados.
Una de las tareas del fabricante aquí es también mantener unas existencias adecuadas: Los neumáticos para modelos de los sesenta y setenta, debido a la baja demanda, no continúan fabricándose de forma continua y masiva. En lugar de ello, se produce una serie de vez en cuando, al ser solicitada.
Si se almacenan de forma adecuada (temperatura baja y oscuridad), los neumáticos sólo envejecen despacio y poco a poco. Esto asegura que la calidad se mantiene, incluso después de unos cuantos años. Porsche Classic sólo recomienda ese tipo de neumáticos que tienen un buen rendimiento en los procedimientos de prueba.
Almacenar neumáticos como un buen vino
Un neumático comienza a perder elasticidad y adherencia después de cinco años, aproximadamente.
Por supuesto, esto no lo convierte en inconducible de una forma abrupta, pero se empieza a apreciar una pérdida de equilibrio a lo largo de los años siguientes. Sin embargo, el efecto del envejecimiento se puede ralentizar si almacenamos con cuidado, de una manera similar a lo que ocurre con el buen vino: Los neumáticos envejecen más lentamente si están guardados en la oscuridad y a bajas temperaturas. Si puedes hacer esto y tienes el espacio necesario para ello, guarda en tu bodega fresca un juego de neumáticos nuevo para tus próximos viajes de placer y aparca tu Porsche vintage en el garaje sobre un juego de neumáticos estándar (quizá muy gastado) para tal fin.
Si no quieres o no puedes cambiar los neumáticos demasiado frecuentemente, debes prestar atención a los siguientes consejos. Porque si el vehículo permanece en un mismo lugar durante mucho tiempo sin incrementar la presión de los neumáticos, puede hacerse lo que se conoce como "planos".
Es habitual subir la presión de los neumáticos hasta el máximo de aire permitido por las llantas, que normalmente es de 4,5 bares, cuando los coches están guardados. Los conocidos como zapatos neumáticos o neumáticos almohada, que se puede obtener como un accesorio del concesionario, son también muy útiles en estos casos.
Se trata de soportes cóncavos y hechos de goma, plástico o madera, colocados bajos las ruedas de tal forma que el coche está aparcado con todas las ruedas sobre huecos. La forma cóncava distribuye el área de contacto del neumático sobre una superficie bastante superior, y previene que el neumático se vuelva cuadrado durante el tiempo que permanezca parado.
Así pues, Porsche se asegura a través de sus pruebas de neumáticos para coches clásicos de la marca, así como para los clásicos modernos, que el placer de conducir y la seguridad no disminuyen, incluso en los modelos más antiguos.