Fue en Francia, a mediados de la década de 1960, que el gran superdeportivo americano vino a la vida. Un auto de carreras construido para ganar en Le Mans, el proyecto Ford GT fue encabezado por el presidente, Henry Ford II. Su objetivo era cambiar la historia de rendimiento del auto. Y así lo hizo. Ford GT venció los mejores del mundo en carreras de resistencia, colocando 1-2-3 en las 24 Horas de Le Mans en 1966 y ganando los próximos tres años consecutivos.
El 13 de junio de 2003, el nuevo Ford GT resucito. El nuevo coche es más de 18 pulgadas de largo y se encuentra cerca de 4 pulgadas más alto. Sus nuevas líneas se basaron en perfeccionar al Ford GT. A diferencia del GT de los 60, el modernizado estuvo pensado para la carretera. Su motor V8 500 caballos de fuerza y 500 libras-pie de torque. Ambas cifras son comparables a las del motor de 7.0 litros que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1966 y 1967.
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