Están escondidos detrás de los neumáticos y a simple vista podrían parecer solo una línea de metal, pero los amortiguadores son uno de los elementos más vitales e importantes de tu vehículo y aquí te explicaremos detalladamente cuál es su función, su importancia y cada cuanto deberías reemplazar los de tu vehículo.
En principio, los amortiguadores son una pieza clave para el correcto funcionamiento de tu auto y son un elemento de seguridad indispensable que trabaja y mejora sustancialmente la capacidad de frenado y el agarre de tu vehículo en momentos cruciales.
¿Qué son?
Un amortiguador es un elemento hidráulico de función mecánica que se coloca entre el eje del auto y el chasis y su función principal es, como su nombre lo indica, amortiguar las irregularidades del camino y evitar que estas se transmitan al chasis del vehículo, así como controlar las transferencias de peso abruptas que el vehículo puede sufrir en su trayecto, por ejemplo, al tomar una curva.
En palabras más simples, sin amortiguadores, sería prácticamente imposible para tu auto frenar en distancias cortas y tomar curvas sin terminar estrellado en el muro de contención. Además, todas las vibraciones por irregularidades en el camino se transmitirán directamente al chasis, generando rápidamente grietas en el mismo, y de ahí a los pasajeros, haciendo del trayecto un infierno que no se le puede desear ni a nuestro peor enemigo.
Con todo lo anterior entendido, será fácil comprender que en el mundo no existe un solo tipo de vehículo, y que las necesidades y el enfoque de un todoterreno son completamente distintas a las de un sedán familiar, que a su vez dista de la concepción de un pequeño key car japonés, por lo que con el paso del tiempo se han creado diversos tipos de amortiguadores para cubrir todas las necesidades del mercado.
¿Cuáles son los amortiguadores más usados en la actualidad?
Actualmente los más utilizados son los amortiguadores en los autos más comerciales son los llamados de doble tubo, un sistema que inserta dos tubos de acero uno dentro del otro, separados por un aceite que cumple la función de soportar las irregularidades del camino y absorberlas.
Este sistema, aunque eficiente, genera pequeñas burbujas de aire entre el aceite conforme la temperatura sube, mismas que inhiben poco a poco la capacidad de amortiguación, lo que ha orillado a los fabricantes a incorporar en los mismos nitrógeno en estado gaseoso, que inhibe la formación de burbujas de aire y ayuda a regular la temperatura del aceite para un correcto funcionamiento de los amortiguadores.
El mantenimiento de los amortiguadores, y su reemplazo oportuno es fundamental para la seguridad de todos los pasajeros en el camino. Como recomendación general, todos los conductores deberían realizar una revisión general del estado de los amortiguadores cada 20,000 kilómetros y si presentan signos de agrietamiento o perdida de aceite deberían remplazarse inmediatamente.
De igual manera se recomienda a los conductores realizar el cambio completo de amortiguadores, tengan fugas o no, cada 60,000 kilómetros, esto para asegurar el correcto funcionamiento de estos y prevenir accidentes en el camino.
Ahora que sabes qué es, cómo funciona y qué precauciones debes de tener con los amortiguadores de tu auto, no tienes excusas para no realizar su correcto mantenimiento y reemplazo en tu vehículo cuando sea necesario.
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