Durante recientes pruebas en las instalaciones de Koenigsegg en Suecia, el Jesko Absolute logró un récord mundial de velocidad en media milla para un vehículo de producción, consolidando su lugar entre los autos más veloces de la historia.
Aunque el Rimac Nevera es más rápido desde parado, el Jesko demuestra ser imbatible una vez que gana velocidad.
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Jesk Absolut, el rey de la velocidad
Bajo el mando del piloto de pruebas oficial de la marca y con un temporizador GPS Dragy, el Jesko Absolute —ya conocido por romper varios récords el año anterior— alcanzó las 62 mph en 2.79 segundos.
Si bien esa aceleración ya no causa tanto asombro en la actualidad, impresiona considerando que la potencia de 1,600 hp va solo a las ruedas traseras y en un asfalto sin preparación.
Una vez en marcha, el coche acelera de 60 a 124 mph en apenas 2.74 segundos, y de 124 a 186 en 3.96 segundos. Completa el cuarto de milla en 8.88 segundos a una velocidad de 181 mph, y marca su récord mundial al cubrir la media milla en 13.27 segundos, alcanzando las 223.58 mph con una facilidad pasmosa.
Uno de los aspectos más destacados del video compartido por Christian von Koenigsegg en Instagram es la eficacia del sistema de control de lanzamiento. A pesar de canalizar toda su potencia al eje trasero, el Jesko logra salir casi sin perder tracción, evitando el típico derrape y la nube de humo esperada.