Recuperando el terreno perdido por vehículos que ya habían cumplido su ciclo y en algunos casos sin gran éxito, el tercer fabricante americano de automóviles presentó su punta de lanza para su ansiada recuperación, el 200, con el cual pretenden atraen nuevos compradores y reposicionarse como marca en la consideración de los consumidores.
El nuevo 200, si bien conserva dimensiones y formas que remiten al Seebring, tiene muy poco que ver con este antecesor. Prácticamente cada sistema en el sedan es nuevo o significativamente mejorado respecto a cuanto veníamos viendo, dándole una identidad propia y un lugar en el altamente competitivo segmento de los sedanes medianos.
El 200 apela a aquellos conductores que quieren estilo y sustancia tanto como valor por su dinero. Busca diferenciarse con modernos elementos e innovadora tecnología. Inspirado desde el nombre en el bien posicionado Chrysler 300, el 200 muestra nuevos paneles, nuevos motores, suspensión rediseñada y ajustada, un interior completamente nuevo y unas de las cabinas mas silenciosas del segmento.
Aproximándonos al auto desde el frente, nos encontramos con una nueva grilla frontal cromada con el tradicional logo de alas desplegadas que se adelanta a un capot nuevo. Atrae la atención desde unas ópticas delanteras mas pequeñas e integrados con luces LEDs. Los faros antiniebla se ubican en el zócalo inferior. Las líneas laterales son limpias, con un movimiento inspirado el la forma de la botella de coca-cola apaisada, dotándolo de un aspecto moderno, sofisticado y elegante. Una línea cromada subraya tanto el frente como la cola del auto, donde se destaca también el nombre y la tercera luz de freno en el borde superior de la cajuela.
El interior es completamente nuevo y un significativo cambio sobre cuanto Chrysler venía ofreciendo hasta ahora. Los materiales y las terminaciones están cuidados, las superficies y los bordes trasmiten esa mayor calidad a la vista y al tacto. El panel delantero de una sola pieza elimina los ruidos a los que nos tenía acostumbrado. Los detalles en cromo resaltan las formas de los controles y vienen realizados en metal, no en plástico pintado. El volante forrado en cuero integra en la barra central los controles de audio, velocidad de crucero y teléfono. Los asientos han sido diseñados a nuevo, logrando mayor comodidad y soporte con menor volumen.
En la prueba de manejo comprobamos las cualidades dinámicas del nuevo Chrysler 200, resultante de un carrocería mas baja, la renovada suspensión, el motor tradicional de 4 cilindros en línea, 2.4 litros, con mejoras en los valores de consumo (20/31 mpg/ciudad/autopista) que trasmite su elasticidad a ruedas montadas en llantas de 18 pulgadas a través de una nueva caja automática de seis velocidad con opción de cambio manual desde la misma palanca de cambios. En todo momento la dirección muestra una respuesta precisa, sosteniendo la estabilidad en terrenos y condiciones variables y en las curvas.
Opcional en las versiones del segmento alto el totalmente nuevo motor Pentastar V6.
Las cualidades del 200 en materia de seguridad comienzan en los aceros reforzados de la plataforma con mayor rigidez en respuesta dinámica y a la vez capacidad de absorción en doble fase en caso de accidentes, protegiendo a la cabina y sus ocupantes. Más de 40 funciones de seguridad activa y pasiva se ofrecen desde la versión más económica. Y en materia de interactividad, el equipamiento comprende desde activación de comandos por reconocimiento de voz, compatibilidad y conectores para los mas comunes sistemas de entretenimiento y comunicación, radio satelital, además de un disco duro de 30Gb. Permite operar los sistemas de audio, navegador y configuración accionando sobre la pantalla central.