Con motivo de los primeros 100 años de Chevrolet, se invitó a la gente a nombrar el auto más representativo para la marca en ese tiempo; la verdad es que se nos ocurren muchos, pero el denominado para este galardón fue el Camaro de 1969.
Aunque la primera generación de este deportivo apareció en 1966, para ser exactos el 26 de septiembre como modelo 1967. La configuración era como la actual, un dos puertas tipo 2+2 ya fuera cupé o convertible; curiosamente las motorizaciones eran también de seis u ocho cilindros a elegir, tal y como se vende ahora pero con desplazamientos obviamente menores. Con cambios no tan drásticos, el auto sobrevivió en su primera generación hasta 1969, el modelo que particularmente fue elegido como el más representativo.
En 1969 los componentes mecánicos se mantenían similares a sus antecesores, llevaba un capó y un maletero que favorecían sus trazos deportivos, así como una nueva parrilla. Fue el único año con esos rasgos, presumiendo rasgos más agresivos que los modelos 1967 y 68.
Se rumora que su producción debió alargarse debido a que hubo problemas con el desarrollo del 1970, la siguiente generación y la fabricación se extendió hasta noviembre de 1969. En total se hicieron 243,085 entre las múltiples versiones (incluyendo RS, SS y Z28) y hoy día es un modelo bastante cotizado entre coleccionistas de Muscle cars.