El caso de espionaje que les costó la cabeza a tres altos ejecutivos del fabricante automotor Renault puede no haber tenido nada que ver con espionaje como tal. De hecho, la compañía dice ahora que pudo haber sido llevada fraudulentamente a creer que había sido víctima de espionaje industrial. “O bien nos estamos enfrentando a un caso de espionaje y un alto ejecutivo nuestro está protegiendo su fuente contra viento y marea, o Renault es en realidad víctima de una manipulación, cuya naturaleza no conocemos, pero que podría ser un fraude”, dijo el jefe de operaciones de Renault, Patrick Pelata, al periódico francés Le Figaro. Los ejecutivos que fueron despedidos con el argumento de que habrían filtrado información sobre la estrategia de vehículos eléctricos de Renault serán reinstaurados en sus posiciones cuando se esclarezcan todas las dudas, añadió, dejando claro que en cualquier caso, “Renault es siempre la víctima”.