Desde la reaparición del Shelby hace unos años, es claro que han buscado hacer de cada modelo algo más potente y capaz que el anterior. El gran salto fue cuando para 2007 optaron por la utilización de un supercargador y consiguieron 495 caballos de fuerza bajo el capó. De ahí, para 2010 buscaron mejorar el comportamiento del auto aprovechando el desarrollo del GT500 KR (King of the road) y además llevaron al motor de 5.4 litros a 540 caballos de fuerza y los cambios físicos demostraban la rudeza de este potro salvaje; el 2011 tuvo cambios que para algunos son imperceptibles y un incremento de 10 caballos de fuerza.
Esta vez, la venenosa cobra creada en los 60 por Carroll Shelby vuelve a sorprender a propios y extraños al llevar el modelo 2013 a la exagerada potencia de 650 caballos de fuerza. El Muscle car estará más vivo que nunca con un motor V8 de 5.8 litros fabricado en aluminio, el cual llevará a este GT500 hasta 200 mph (320 km/h) si se desea. Ojalá que sea un poco más amigable que sus antecesores, ya que no sólo debe ser rápido, sino que debe estar bien planeado y ofrecer un desempeño compensado; es decir, que frene y de vuelta tan bien como acelera, ¿será posible?