Cada día somos testigos de cómo el mundo en el que vivimos sufre los estragos por todos los abusos cometidos en perjuicio del medio ambiente. Calentamiento global, escasez de agua y contaminación son solo algunos de los muchos problemas que afectan a nuestr o planeta. Todo eso provoca que las complicaciones de salud vayan en aumento y en consecuencia la calidad de vida de los seres humanos se vea disminuida considerablemente.
Hoy por hoy, una de las principales inquietudes de la sociedad es la mala calidad del aire principalmente en países en vías de desarrollo, aunque las naciones exentas de este problema son realmente muy pocas. Para
darnos una idea de lo que estamos hablando, nuestro país vecino del sur, México, es el responsable del 1.6% de las emisiones contaminantes de todo el mundo. Son diversos factores los que contribuyen a los altos índices de contaminación atmosférica. Son múltiples las fuentes generadoras de emisiones contaminantes, pero tal vez la principal de todas la encontramos en el sector del transporte. Ello se debe al uso masivo de combustibles cuya combustión es el origen de mala calidad del aire que respiramos día a día. Se estima que en el mundo existen más de 1,000 millones de vehículos automotores, de los cuales el 30% están tan solo en Estados Unidos, mientras que en Europa militan algo así como 250 millones de automóviles.
Son muchas las marcas automotrices las que día a día investigan y desarrollan nuevas alternativas para disminuir las emisiones contaminantes que provocan sus productos. Se han buscado diferentes opciones como motores compactos, el uso de turbocargadores, promover más el uso del diésel, disminuir el tamaño y/o peso de los autos, el uso de componentes reciclables y sistemas que combinan el uso de un motor a gasolina y otro eléctrico. Pero como van las cosas todo indica que el futuro de la movilidad será eléctrico; en los dos últimos años hemos sido testigos de una lluvia de modelos 100% eléctricos. Aunque aquí se plantea una disyuntiva. Al momento de generar electricidad las plantas termoeléctricas también contribuyen a la contaminación ambiental. Habrá que esperar algunos años para encontrar una generación de electricidad más limpia y pura, y así cerrar perfectamente el círculo con los vehículos de cero emisiones. Otra opción, que muchas ciudades del mundo están aplicando, es fomentar más el uso de la bicicleta y el transporte público.
La pregunta es ¿qué futuro queremos para las próximas generaciones? Tanto los gobiernos como la sociedad debemos redoblar esfuerzos y hacernos más conscientes de nuestras acciones para disminuir las emisiones contaminantes que alteran la calidad del aire. Tan solo cada año más de dos millones de personas mueren en el mundo por problemas originados por los impactos de la calidad del aire. Y tú ¿qué futuro quieres?