Hace unos días, Acura presentó el concepto de un nuevo NSX, modelo que desde 1990 dejó atónitos a muchos deportivos europeos y sus respectivos conductores, y ni qué decir de los americanos. Honda, o Acura a partir de 1991 según el mercado, supo hacerlo y sin tener mayores precedentes en el ramo.
Años antes de que apareciera el NSX, Honda dio a Pininfarina el proyecto para diseñar el HP-X (Honda Pininfarina Xperimental), que tenía una configuración con motor central; dicho concepto se convirtió con el paso de los años en el NSX (New Sportscar Xperimental). El modelo de producción fue creación de un equipo dirigido por Nicholas Zander y Shigeru Uehara, ambos tenían la meta de vencer al Ferrari 328 y posteriormente al 348, ya que el NSX estaba por ver la luz.
Así comenzó la fabricación del deportivo nipón en Tochigi, Japón, hasta 2004 y sólo durante 2005 en la planta de Suzuka; mientars que se presentó en el Auto Show de Chicago a principios de 1989 y meses más tarde en el de Tokio. El auto era un biplaza, obviamente de dos puertas, con motor un central V6 posicionado transversalmente. Inicialmente se trató de un 3.0 litros (2,997cc) con 270 caballos de fuerza, pero con el paso del tiempo creció a 3.2 (3,179cc) con 290; esa potencia llegaba a las ruedas traseras mediante a una aburrida transmisión automática de cuatro velocidades o, mucho mejor aún, manuales de cinco o seis cambios según el año de fabricación.
El motor movía razonablemente bien las 2,976 lb (1,350 kg) del deportivo –fue la constante utilización de aluminio la que consiguió un ahorro de aproximadamente 440 lb (200 kg ) de peso. Para corroborar el esmero de Honda en el NSX, el expiloto de Fórmula 1 Satoru Nakajima estuvo involucrado durante todo el desarrollo en el trazado de Suzuka, contribuyendo a poner a punto del chasis; aunque Ayrton Senna insistió mucho en darle una mayor rigidez. Así que todos aquellos afortunados que lo hayan manejado pueden presumir “yo manejé un auto puesto a punto por Senna”, un gran auto y son sus más de 15 años en el mercado los que lo corroboran.