La historia del BMW Serie 7 comenzó en el año 1977, el cual logró marcar claras cualidades en cuanto a superioridad y dinamismo. En aquel modelo se reinterpretó la forma típica de la parte frontal de los coches de la marca, determinada por los dobles faros redondos, la parrilla ovoide doble y el cofre prolongado en la parte delantera. Las alargadas líneas de la carrocería, el tablero de instrumentos orientado ergonómicamente hacia el conductor, los potentes motores y la novedosa tecnología del chasis lograron que el Serie 7 fuera desde un principio un sedán deportivo de lujo. Inicialmente, se podía optar entre los modelos BMW 728, BMW 730 y BMW 733i.
En 1986 fue el estreno de la siguiente generación del Serie 7, un un modelo armonioso, con comportamiento deportivo y dotado de innovadores sistemas de regulación del chasis. Fue también la primera vez que se ofreció una versión larga del Serie 7. Entre las innovaciones técnicas más importantes cabe mencionar el sistema antiderrape ASC con acelerador electrónico y regulación del momento de arrastre. Los modelos BMW 730i y BMW 735i tenían motores de seis cilindros en línea. Para 1987, se integró el 750i, el primer sedán alemán con motor de doce cilindros desde la década de los años treinta.
Para 1994 apareció la tercera edición del Serie 7 logró enlazar con el éxito del modelo anterior. Cuando se lanzó al mercado el nuevo modelo, primero se estrenaron las dos versiones con motor de ocho cilindros: BMW 730i y BMW 740i, además del modelo BMW 750i con el motor de ocho cilindros. Estos tres modelos también se ofrecieron en una variante larga. El motor tope de gama fue objeto de diversas mejoras, a manos de los expertos en desarrollo de la marca, aumentando la cilindrada del V12 a 5,400 cc. BMW dotó a su sedán de lujo con hasta ocho airbags y un sistema de control de la presión de los neumáticos (RDC), con el fin de aumentar aún más el nivel de seguridad. En 1996 se lanzó el BMW 725tds, una alternativa especialmente económica del sedán de lujo con motorización de 2,500 cc a diesel.
La cuarta generación fue un sedán de lujo completamente nueva y, a la vez, fue una interpretación moderna de las cualidades clásicas de los anteriores modelos de la marca. Buenos ejemplos de ello fueron el nuevo sistema de mando iDrive, así como la nueva expresión estética del diseño de la marca. En 2004, el buque insignia de la gama de modelos de BMW logró ocupar el primer lugar en las ventas mundiales de automóviles pertenecientes al segmento superior. En otoño de 2006, BMW fue el primer fabricante de automóviles del mundo en presentar un sedán de lujo con sistema de propulsión de hidrógeno.
Ahora, la quinta generación del Serie 7 se distingue por ser una interpretación completamente nueva, tanto por su estilo, como por su nivel de lujo y de confort. La versión larga se distingue por la espaciosidad de la parte posterior del habitáculo. En el año 2009 se presentó el BMW 740d, pero más importante fue la aparición del ActiveHybrid 7, provisto de un conjunto propulsor de la más avanzada tecnología, combinando un motor de combustión de ocho cilindros con un motor eléctrico.