Chevrolet Corvette ha presumido ser un deportivo siempre a la vanguardia, de hecho en fechas recientes la marca ha estado compartiendo información sobre el desarrollo del auto a lo largo de sus 60 años de historia (a cumplirse en 2013), por lo que con una siguiente generación por aparecer, estamos seguros del por qué presumen el desarrollo: el C7 deberá ser simple y llanamente una maravilla de la ingeniería.
La primera generación de este clásico americano (1953-1962) las cosas no iban mal, aunque utilizaba un eje trasero rígido (como lo hace el Ford Mustang actualmente) con un chasis bastante sencillo; para el C2, se mostró mucho más robusto con una plataforma en X que le brindaba bastante rigidez, mientras que integró una suspensión trasera independiente, cualidad que mejoró la conducción y redujo el peso del auto. Con esta generación comenzó la oferta de rines de aluminio, además de frenos de disco para el Corvette.
Fue hasta la plataforma C4 (1984-1996) que hubo un salto bastante amplio en tecnología, con un nuevo chasis inspirado en los autos de competencia, el cual sumado a una nueva configuración permitió una mayor amplitud interior al vehículo; el habitáculo se incluyo como parte de vital de la estructura del Corvette. Tecnologías como ABS aparecieron en 1986 para el auto, mientras que se ofreció con control de tracción desde 1992.
Con el C5 (1997-2004) se mejoró el chasis para tener un auto más resistente pero con materiales más ligeros. En su construcción intervino el hidroformado, utilizando agua y calor para hormar la plataforma del auto; con cada tubo de acero del chasis, se sustituyó a 36 componentes separados de la base del C4. En esta generación se envió la transmisión a la parte trasera, logrando una distribución mucho más conveniente de peso y fortaleciendo la conducción del auto. En 1997 incluyó neumáticos run-flat y en 2003 el ya conocido sistema Magentic Ride.
Para el C6 (2005-2013) se tomó como base de estudio al C5.R (versión de competencia de la generación C5). Se trata de un chasis similar a primera vista, el cual se fortaleció en lugares clave para mejorar el desempeño del auto y aumentar la resistencia estructural en caso de impacto. Por primera vez había diferentes tipos de chasis según si se trata de una versión de mayor performance de Corvette como el Z06 o el ZR1, los cuales tienen una columna vertebral de aluminio, el cual pesa casi la mitad que el de un modelo convencional y es igualmente creado a través del hidroformado.