Una vez comprobado que el vehículo está en buen estado, que el equipaje está bien colocado y que todos se han puesto el cinturón de seguridad, es hora de partir. Incluso con la ilusión de las vacaciones que nos esperan, los trayectos largos pueden ser agotadores y desesperantes a veces. Los siguientes consejos servirán de ayuda para llegar al destino de forma segura y menos cansado:
Mantenerse descansado al volante
El objetivo de un trayecto largo es llegar sin percances y de buen humor. Hay que procurar que la velocidad no sea la principal preocupación. Los viajes largos exigen frecuentes paradas para descansar. La fatiga afecta a la concentración, ralentiza los reflejos y la capacidad de decisión, aumentando el peligro de sufrir un accidente.
Es importante prestar atención a la aparición de sensaciones de malestar general, dolores musculares en el cuello, brazos y hombros o visión borrosa. Son señales que el cuerpo envía para advertir que necesita un descanso. Subir el volumen de la música, tomar bebidas que contengan cafeína o parar para dar un paseo corto son alivios a corto plazo, pero no eliminan el cansancio. Cuando se empieza a sentir sueño, es mejor que otra persona conduzca o parar a echarse una siesta.
Cuidar de los pasajeros
Los pasajeros, sobre todo los niños, suelen ser más propensos a sufrir mareos. Existen medicamentos contra el mareo que se venden sin receta; y la mayoría deben tomarse antes de iniciar el viaje. Consulte a su médico antes de dar a sus hijos un medicamento nuevo. Los mareos y las náuseas pueden remitir temporalmente abriendo la ventana o saliendo del vehículo para tomar el aire. Diga a sus hijos que miren por la ventana, en lugar de fijar la mirada en objetos del interior del vehículo.
Comer al volante
Llevar una hielera bien surtida de alimentos saludables (fruta fresca, frutos secos, barritas de cereales, galletas integrales, etc.), además de mucha agua. Estas provisiones pueden venir muy bien, sobre todo si nos encontramos en un atasco y hay que permanecer en el vehículo bajo el calor durante un largo período.
Evitar las comidas pesadas durante el viaje ya que, al estar sentado muchas horas seguidas, las comidas difíciles de digerir pueden provocar aletargamiento o cansancio.
Viajar con niños
Tanto en trayectos largo como en cortos, es importante que los niños tengan el cinturón puesto y no se lo quiten; además, dependiendo de su edad, tendrán que utilizar una silla de viaje o un alzador.
En días calurosos y soleados, dé sombra a los niños: las ventanas del automóvil aumentan el calor del sol, con lo que se incrementa el riesgo de sufrir una insolación o quemaduras. Coloque parasoles en las ventanas y mantenga frescos a los niños con ropa adecuada, bebidas frías y aire acondicionado.
Los niños aburridos y de mal humor son un peligro en el interior del vehículo, puesto que pueden distraer la atención del conductor. Evitar las rabietas y el aburrimiento con juegos para el coche y efectuar paradas periódicas para que todos estiren las piernas y quemen algo de energía.
Con esta preparación, sus vacaciones empezarán nada más comenzar del viaje; no tendrá que esperar a llegar a su destino.