En 1967, un par de ingenieros apasionados por el automovilismo comenzaron con el ajuste de motores de los autos de carreras de Mercedes-Benz en un antiguo molino. Fue así como comenzó lo que hoy en día, conocemos la división de alto rendimiento de Mercedes-Benz, conocida como AMG. Su reputación es tal que de así salen algunos de los modelos más codiciados del mundo.
Mercedes-AMG GmbH es conocido no solo por el alto desempeño e imagen poderosa de sus vehículos, sino también por la calidad de sus productos. Y es que cada elemento que forma parte de un modelo con las siglas AMG detrás existe un trabajo arduo por parte de los artesanos, diseñadores e ingenieros.
Desde el principio, la filosofía "Un hombre, un motor" ha guiado el éxito de AMG. Por donde se el busque, no cualquier vehículo es creado por un ingeniero en específico, el cual se encarga de poner desde el primer tornillo hasta la placa que nos indica quien fue el creador de la maquina. Es un recordatorio permanente de que el corazón de un Mercedes-AMG tiene alma.
Con la llegada el CLA 45 AMG la gama de modelos podemos encontrar desde un pequeño pero rabiosos cuatro cilindros hasta un soberbio V12. Para descubrir que hay detrás de cada uno de los bloques con sello AMG acudimos a Willow Springs International Raceway. No existe mejor terreno que una pista para que los vehículos puedan darse a conocer y desfilar en el trazado.
Comenzamos con el más pequeño de la casa, el CLA 45 AMG. Eso de pequeño es un decir. A estas alturas la cifra de 355 caballos de fuerza no espanta a nadie, pero cuando vez que esta potencia es entregada por un motor de cuatro cilindros de 2.0 litros quedas con el ojo cuadrado. Es increíble como la conjugación de peso/potencia se puede llevar al máximo nivel en este modelo. Al combinar una carrocería compacta y ligera con el poderío del 2.0 litros obtenemos una aceleración sublime. En 4.4 segundos el vehículo ya hizo de las suyas para completar el 0 a 100 km/h.
Otro de los más de 15 AMG que nos llamó la atención en la pista fue el C63 AMG. No hay necesidad de una caja manual para nombrarlo como un verdadero deportivo. Aquí la cuota de adrenalina corre a cargo de V8 de 6.3 litros. 451 caballos de fuerza al natural confirman que no puedes pasar desapercibido a la vista y al oído por las calles. Si desea sentir que tiene un auto de carreras en la calle esta es la opción.
A simple vista el E63 Station Wagon se deja ver como una camioneta más a lista, pero una vez que pisas el pedal del acelerador y observas los detalles que hay dentro de la cabina te das cuenta que es un vehículo especial. Un motor V8 bi-turbo de 5.5 litros es el encargado de pegar la espalda al respaldo del asiento. Tan solo imagina un automóvil de este tipo acelerando de 0 a 100 km/h en sólo 3.6 segundos. En muchos mercados las station wagon no son del todo aceptadas, pero viéndolo bien ofrecen más espacio que un sedán y no pierden la estabilidad como en el caso de un crossover o SUV.
Sin lugar a duda el rey de reyes en términos de imagen y desempeño es el SLS AMG Black Series con 622 caballos de fuerza. Es increíble sentir la explosividad del V8 cuando la aguja del tacómetro marca 6,000 rpm y aun queda más por descubrir. SLS AMG Black Series además de ser más potente pierde peso en la báscula por lo que la relación peso/potencia se ve elevada. Una muestra de ello son los 3.5 con los que acelera de 0 a 100 km/h.