La niebla es un fenómeno que nos deja, en muchas ocasiones, sin visibilidad por. Si es una neblina no ocurre nada especial, simplemente la visibilidad baja levemente, pero podemos circular casi normalmente. El problema es cuando, de repente, nos metemos en un banco de niebla muy espeso tras un tramo de visibilidad normal.
Es por ello que conviene saber un poco cómo se producen las mismas, y cómo conducir en el momento de entrar de lleno en un banco de niebla.
Si hace frío y existe mucha humedad en el ambiente, es muy probable que nos encontremos con un banco de niebla.
Esta es una regla sencilla y práctica, pues describe a la perfección casos en los que nos podemos encontrar nieblas. Si circulamos por una zona fluvial o costera, las probabilidades de que haya mucha humedad son elevadas.
La niebla aparece cuando:
Se enfría la capa de aire que está justo sobre el suelo.
Aumenta la humedad relativa del aire hasta alcanzar la saturación.
Comienzan a formarse gotas de agua que se adhieren a las pequeñas partículas de polvo, hollín u otros pequeños núcleos de condensación que flotan en el ambiente.
Ante esta situación meteorológica te presentamos algunos consejos para conducir en niebla:
1. Mantener el automóvil en perfecto estado, como ante cualquier viaje
2. Verificar el perfecto funcionamiento de las luces, especialmente las antiniebla
3. Estar preparados para adaptarnos convenientemente a la situación y, sobre todo mantener la calma y extremar las precauciones.
4. Encender las intermitentes
5. Mantener una velocidad que nos permita reaccionar dentro de nuestro campo de visión
6. Evitar frenadas bruscas
7. No realizar los rebases