Mazda ha pasado un fin de semana para la historia en el circuito oval de pruebas de Papenburg, Alemania donde estableció 20 récords de velocidad con el Mazda6 Diésel, que ahora esperan la homologación de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
El pasado domingo, tres unidades del Mazda6 equipadas con motores diésel 2.2 l. SKYACTIV-D de 175 caballos de fuerza sometieron a una prueba de 24 horas de duración para realizar pruebas a alta velocidad.
El mejor de los coches alcanzó una velocidad media de 138.17 millas por hora (221,072 kms./ha) y los otros dos se anotaron registros muy cerca de esta marca.
El actual récord en categoría de automóviles de producción con motor diésel (con cilindradas entre 2,0 y 2,5 litros) es de 131.14 millas por hora (209,824 km/h.)
Los tres vehículos también batieron otros récords de velocidad media en otras distancias (pendientes de homologación por la FIA.
Un total de 23 pilotos de siete países de la Unión Europea se pusieron al volante de los coches que, durante las 24 horas de la prueba, cubrieron más de 3,312.5 millas (5,300 km.)
Entre ellos había pilotos profesionales, pero también periodistas y entusiastas del automovilismo, que habían presentado su candidatura en el curso de una campaña que Mazda inició el pasado mes de mayo.
Durante los relevos, de 1.5 horas cada uno, los pilotos no podían ponerse a la rueda del coche precedente. Además, debían ser excepcionalmente cuidadosos para no perder velocidad en las curvas —fuertemente peraltadas— situadas en los dos extremos del óvalo.
Al término de las 24 horas, la diferencia en la velocidad media de los tres Mazda6 fue de tan solo 0.55 millas por hora (0,89 km/h).
Ese resultado dice mucho de los conductores y de sus equipos de boxes —integrados por personal de varios concesionarios de Mazda— pero, sobre todo, es una prueba del diseño, la facilidad de conducción y la fiabilidad de estos coches incluso cuando se llevan al límite.
Los motores diésel limpios SKYACTIV-D han conseguido una gran popularidad, a pesar de ser muy poco convencionales.
De hecho, tienen una relación de compresión de 14:1, la más baja del mundo en un motor diésel. Con una entrega de potencia excelente y una gran eficiencia, estos propulsores están disponibles en el Mazda6, el Mazda3, el Mazda CX-5 y, en breve, en el nuevo Mazda2* y disfrutan de una demanda creciente en todo el mundo.
Este éxito no es el primero que consiguen en los circuitos de carreras: a mediados de 2013, un Mazda6 con motor SKYACTIV-D se convirtió en el primer diésel en ganar una carrera en el legendario circuito de Indianápolis, en Estados Unidos.