¿Ha llegado el futuro del autos deportivos? La respuesta es si, y esto lo podemos ver en vehículos como el BMW i8 2015. Mientras que el McLaren P1, Porsche 918 Spyder y Ferrari LaFerrari han acaparado el segmento de los súper deportivos híbridos, los tres utilizan motores eléctricos para ayudar a los motores de gasolina. En el caso del BMW i8 es mucho más innovador.
Además de un chasis fabricado en aluminio y fibra de carbono, el BMW i8 2015 cuenta con un pequeño motor de tres cilindros con turbocompresor que impulsa las ruedas traseras. Por supuesto que es sumamente bajo en términos de caballos de fuerza si se le compara con el trío, pero el rendimiento mágnifico gracias a la excelente relación peso/potencia.
No coincidirá con el McLaren y otros, pero sobre el papel el i8 será mejor que un Porsche 911. Y sin embargo, con la formación de un motor eléctrico con sistema híbrido plug-in, el consumo oficial y las emisiones se colocan en 135mpg y 49g/km de CO2.
¿Cuál es el precio del BMW i8 2015?
En Estados Unidos este BMW i8 2015 tiene un precio inicial de 135,700 dólares. Pos este costo usted obtiene un chasis de aluminio que que arrulla al motor eléctrico, al motor de gasolina, la suspensión y las baterías de iones de litio y un habitáculo de fibra de carbono. Juntos forman un peso de 1,485 kilógramos, que es 105kg más de un 911 Carrera, sólo el sistema 'eDrive' y las baterías pesan alrededor de 200 kilógramos.
De los 362 caballos de fuerza con los que cuenta el BMW i8 2015 más de la mitad provienen del motor de gasolina de 1.5 litros de BMW (mismo que se encuentra en el MINI), sólo que un turbo de doble entrada ayuda a producir 234 caballos de fuerza y 236 libras-pie, que se envían a las ruedas traseras a través de una caja automática de seis velocidades. Por su parte, el motor eléctrico aporta 96kW -128 caballos de fuerza- en la parte delantera y otros 184 libras-pie, por lo que las producciones totales de potencia y par son 362 caballos de fuerza y 420 libras-pie. Con todo este poder repartido en las cuatro ruedas el i8 acelera de 0 a 60 mph (96 km/h) en 4.4 segundos.
Estética
Visualmente el i8 es igual de radical como el concepto Efficient Dynamics de 2009. Un perfil aerodinámico y vanguardista, acompañado de pliegues y cascadas se adereza con las puertas de mariposa. Desde cualquier ángulo es todo un espectáculo. Incluso cuando estás rodeado por el tráfico, es como conducir un prototipo experimental. Es como conducir un prototipo. Luce más extraño que un Veyron.
A diferencia del exterior la cabina del i8 es más terrenal. Hay relojes digitales, además de cinturones de seguridad de color azul que coinciden con los aspectos exteriores. Donde no se nota que es un auto radical es los botones y diales del tablero, los cuales los podemos encontrar en cualquier modelo de BMW.
Conducción
Una vez que inicias a rodar con este BMW i8 olvidas esos pequeños defectos del interior. Puedes conducir este auto en modo puramente eléctrico. Esto quiere decir que no se emite ni un solo gramo de CO2 y por consiguiente ni una sola gota de gasolina. En esta modalidad es posible circular 22 millas a una velocidad máxima de 86 mph (140 km/h).
Basta pasar a un modo Sport para sustraer todo el poder del vehículo. Todo es completamente diferente, desde el sonido del motor a gasolina hasta el comportamiento de la dirección, suspensión y transmisión. Es impresionante como esta transformación hace del i8 un verdadero súper auto. Pero a estas alturas menos de 400 caballos de fuerza suenan poco para un deportivo. Sin embargo, el i8 es rápido. Al contar un con un eje delantero comandado por el motor eléctrico empuja de manera eficaz, se siente igual que un 911.
A pesar de no contar con un control de vectorización del par activo en la parte delantera o un control electrónico del diferencial de deslizamiento limitado en la parte posterior el control y estabilidad de auto es muy bueno. Si usted tiene parámetros de conducción de un Ferrari o un Lamborghini la esperanza de una experiencia de conducción de auto deportivos, no va a cumplir absolutamente con sus expectativas. Y es que por el poder y el precio usted querrá más.