Cinco consejos para viajar con niños sin perder el juicio
“¿Ya llegamos?”
“¿Falta mucho?”
“¿Quiero ir al baño?”
“Tengo hambre”
Éstas son sin duda algunas de las frases más escuchadas por quienes viajan en el auto con niños, sea cual sea la duración del trayecto.
Y es que viajar con ellos no es una misión sencilla, sobre todo cuando los trayectos son largos o se prolongan de más por el tráfico, una falla mecánica o incluso un accidente.
Estos son cinco sencillos “tips” para mantener a los niños distraídos y, de paso, evitar a los mayores las temidas tensiones al volante, sobre todo ahora que empieza la época de los viajes largos por las vacaciones del verano.
Seguridad ante todo
Antes de ponerse en marcha, hay que asegurarse de que se utiliza un sistema de retención infantil adecuado para la estatura, edad y el peso de los niños.
Conviene saber que las sillas para niños de hasta 28 libras (13 kilos) de peso deben colocarse siempre en sentido contrario a la marcha y en los asientos traseros.
Cuando el pequeño supere ese peso o su cabeza sobresalga del respaldo hay que pasar a una silla que se coloca con arneses mirando hacia delante.
Muy importante instalarlas antes de sentar a los niños y a ser posible, siempre en el asiento trasero central, que es el más seguro. Conviene recordar que estamos ante un sistema obligatorio para todos los menores de 12 años.
A partir de esa edad, podrán utilizar el cinturón de seguridad de los adultos, siempre que su estatura mínima sea de 57 pulgadas (145 cms.) Si mide menos, recuerda que no puede viajar en el asiento delantero, a menos que utilice un asiento de seguridad homologado.
La seguridad siempre debe ser lo primero, sin importar si el viaje es corto o largo.
Entretenimiento
Durante el trayecto, conviene mantenerlos entretenidos con sus juguetes o su música favorita, aunque otra buena solución es prestarles el smartphone para que utilicen aplicaciones móviles, especialmente pensadas para ellos.
Si la familia tiene uno de los vehículos equipados con sistemas de entretenimiento con pantallas de video, la misión del entretenimiento se hace mucho más fácil.
Nada de “atracones”
Cuidado porque mantener la vista fija mucho tiempo mientras el coche está en marcha puede provocarles mareos e incluso vómitos, por lo que es bueno ir prevenido con la correspondiente bolsa de plástico. En cualquier caso, para prevenir, antes de viajar las comidas deben ser ligeras y es necesario darles de beber agua regularmente para que estén bien hidratados.
Sin hora de llegada
Las prisas nunca son buenas, pero mucho menos cuando se va con los niños. Hay que planificar paradas con mucha más frecuencia para que puedan estirar las piernas, ir al baño y también, por qué no, romper con la rutina del viaje para que no le “cojan manía”.
Además, para que el calor y el sol no les hagan el trayecto más duro de la cuenta, no olvides instalar cortinillas en las ventanas traseras. Si llevan a su muñeco o su dibujo animado favorito, mejor.
Con la noche de cómplice
Si tenemos por delante un viaje de muchas horas, una buena solución para hacerlo más llevadero puede ser conducir de noche.
De esta forma, los más pequeños pasarán buena parte del trayecto durmiendo y se les hará menos pesado porque para cuando quieran darse cuenta prácticamente ya habrán llegado. Si se escoge esta opción, cuidado con el cuello. Aquí las almohadillas serán unas buenas aliadas.
Muchos autos modernos cuentan con tecnología de seguridad, como los faros LED y radares que identifican objetos en la carretera.