1-2 Honda Indy 500, demostración de la eficiencia

Por Javier Mota - 2016/05/30

Honda Indy 500

El 1-2 de Honda en la Indy 500 fue una demostración más de la excepcional eficiencia de combustible de los autos Honda y la confirmación del dominio en la IndyCar Series en los últimos años.

El domingo, el novato de Indy Alexander Rossi estiró al máximo su último tanque de gasolina hasta 36 vueltas hasta la meta –cuatro vueltas más que cualquier otro competidor– para ganar la 100ª carrera de la Indianápolis 500.

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"¡No tengo idea de cómo lo hicimos! Tuvimos algunos problemas en las primeras paradas en los pits, pero entonces Bryan [Herta, copropietario del equipo] vino con una estrategia increíble", dijo Rossi, quien había arrancado desde el puesto 11 y se convirtió en el primer novato en ganar la Indy 500 en 16 años.

Con una estrategia similar, el colombiano Carlos Muñoz logró una impresionante cantidad de 32 vueltas después de la última vez que llenó el tanque para lograr una final de 1-2 para Honda y el equipo de Andretti Autosport.

Pero la victoria del domingo para Rossi y Honda no se basó solamente en ahorrar combustible, Rossi también corrió la vuelta más rápida de la carrera, a una velocidad promedio de 225.288 millas por hora (mph), y su compañero de equipo de Andretti Autosport, Marco Andretti, corrió la segunda vuelta más rápida de la carrera, a 224.772 mph.

La victoria fue la 11ra. de equipos Honda en 16 intentos en la Indy 500 desde 1994, el mayor récord de cualquier importante fabricante de automóviles. Rossi fue uno de siete pilotos de Honda que estuvo a la cabeza en partes de la carrera, que celebró su centenario.

Dominio Honda Indy 500

Indy 500 2016

James Hinchclife, quien arrancó desde la Pole Position, y Ryan Hunter-Reay, quien comenzó en la parte exterior de la primera, se combinaron para estar en la cabeza en las primeras 30 vueltas menos en dos. Otros líderes de Honda fueron Muñoz, Townsend Bell, Bryan Clauson y Alex Tagliani.

Una serie de incidentes a mediados de la carrera llevó a varios equipos –incluyendo los de Rossi, Muñoz y Tagliani– a ir "fuera de secuencia" en su estrategia de pits.

Resultó ser la decisión correcta cuando Takuma Sato rozó la pared en la vuelta 163, lo que hizo sacar la bandera de precaución justo dentro de la ventana final de los pits para Rossi y para Muñoz.

"Supe que tenía el auto para ganar en la primera mitad de la carrera", dijo Muñoz. "Estaba manteniendo mi posición, y el motor impulsaba el vehículo muy bien, pero en la última parte de la carrera, me tuve que esforzar mucho. Resbalaba por todas partes en las dos últimas vueltas. Me sentí decepcionado de llegar segundo, solo por media vuelta. Pero fue muy reñido. Me siento feliz por el equipo, 1-2 para Andretti, 1-2 para Honda. Un día ganaré esta carrera".

Regresando en séptimo y octavo lugar, respectivamente, los dos subieron en el orden mientras los líderes hacían sus paradas finales para reabastecerse de combustible para las últimas vueltas.

Fue solo en la Vuelta 197 que Rossi se puso a la cabeza, y llegó a la meta una vuelta más tarde como el ganador norteamericano más reciente de la Indy 500.

Los equipos y pilotos de la Serie IndyCar ahora se preparan para una agitada programación de tres carreras en las dos semanas próximas, empezando con la doble carrera del 4 y el 5 de junio del próximo fin de semana, con carreras el sábado y el domingo en el circuito de calle de Belle Isle en Detroit, Michigan.

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