Llegó la hora de poner las llantas de verano y revisar la presión del aire para asegurarse que el periodo del año durante el cual más se maneja transcurra sin sorpresas desagradables en las carreteras.
Según estudios de Bridgestone, el fabricante de neumáticos más grande del mundo, alrededor de 43% de los conductores cambia a los neumáticos de invierno para las estaciones frías, con grandes diferencias por regiones.
El uso general de neumáticos de invierno está en aumento, en cierta parte debido a los imprevisibles inviernos que hemos vivido en los últimos años, pero también debido a nuevas regulaciones de seguridad vial.
El análisis realizado por Bridgestone muestra que los conductores de familia, principalmente padres, son el grupo que más cambia a neumáticos de invierno cada año, pero a pesar de la información cierta que indica que los neumáticos de invierno no rinden de forma adecuada en clima templado, un sorprendente número de conductores no se molestan en cambiar a neumáticos de verano.
Las llantas de verano marcan la diferencia
Con sus componentes especiales y su diseño de la banda de rodadura, los neumáticos de invierno están diseñados para permanecer blandos y flexibles en condiciones de frio, proporcionando tracción y agarre a bajas temperaturas en superficies secas, mojadas y heladas.
Pero a medida que la temperatura aumenta, los neumáticos de invierno pierden estos beneficios, el agarre disminuye y la banda de rodadura comienza a desgastarse más rápidamente.
Por otro lado, las llantas de verano utilizan un compuesto más duro que ayuda a que no se conviertan en más blandos y resbaladizos en vías “cálidas”.
Ante temperaturas más altas, los neumáticos de verano proporcionan un mejor rendimiento que los neumáticos de invierno en todo tipo de terreno, particularmente en el frenado y la manipulación, resistencia al desgaste, resistencia al rodado y ahorro de combustible.
Más seguro en superficie mojada y seca
Las pruebas de más recientes muestran que el rendimiento entre los neumáticos de verano e invierno en términos de frenado y conducción en temperaturas más cálidas pueden variar entre 30% y 8% respectivamente, dependiendo de las condiciones de la vía y de la temperatura.
En climas húmedos, con una temperatura ambiente sobre 30 grados, un vehículo equipado con neumáticos de verano de buena calidad tiene una distancia de frenado hasta 30% menor que la de un vehículo equipado con neumáticos de invierno. En algunas condiciones, esta diferencia puede incluso igualar dos veces la longitud del coche.
Para ver la diferencia de rendimiento entre los neumáticos de verano y los de invierno echa un vistazo a los siguientes vídeos: Frenado en seco, Frenado en mojado y Eslalon
La presión del aire ahorra dinero y salva vidas
Por otra parte, el cambio de llantas de invierno a las de verano, no queda completo sin la revisión total de las llantas para ver si están gastadas, tienen la presión de aire adecuada o si necesitan alineación.
Según una encuesta nacional realizada por la Rubber Manufacturers Association (Asociación de Fabricantes de Goma), solamente 17%de los conductores se considera "suficientemente inteligentes con las llantas" y sabe la forma correcta de revisar la presión del aire.
"Las llantas que no están bien infladas y que se usan mucho con el tiempo se desgastan de una forma dispareja, lo cual crea un peligro de seguridad, por no mencionar el gasto adicional, ya que las llantas gastadas hay que cambiarlas más rápidamente", dijo Rich White, director ejecutivo del Car Care Council. "Las llantas bien infladas no solo mantienen su seguridad en la vía, sino que además mejoran el millaje y el rendimiento".
El Car Care Council recomienda que los dueños de vehículos revisen mensualmente la presión de todas las llantas, incluida la de repuesto, y con más frecuencia en la temporada de frío. Las llantas se deben inflar al nivel de presión recomendado, se deben rotar cada 6,000 millas para que el desgaste sea uniforme y se deben reemplazar si están gastadas o dañadas.
La prueba del centavo es una forma popular y simple de revisar la banda de rodadura de la llanta. Si ve la cabeza de Lincoln por encima de la banda de rodadura, es hora de cambiar las llantas. Además, se debe revisar la banda de rodadura para ver si tiene un desgaste desigual o irregular, así como cortes o daños en los costados.
"Las llantas son tan importantes para la seguridad que su estado no se puede tomar a la ligera", continuó White. "Revisar periódicamente el balance de las llantas y la alineación de las ruedas reducirá el desgaste y mejorará el manejo".