Uno de los autos más icónicos de la historia es el pequeño BMW Isetta, también llamado auto-burbuja por su diseño y tamaño. Ahora una compañía suiza lo ha traido de vuelta después de 56 años de que BMW detuviera su producción como un auto eléctrico llamado Microlino.
Como su nombre y el auto en el que está inspirado lo indican, el Microlino es un vehículo bastante pequeño. Su longitud es de 8 pies (2.4 metros), lo que le da la capacidad de estacionarse en cualquier dirección. Además, el mini auto mantiene la emblemática puerta frontal del Isetta.
Para mantener los costos bajos el interior es bastante espartano. En éste encontrarás una banca para dos ocupantes y un tablero austero con pocas funciones en su versión más básica. A pesar del pequeño tamaño del Microlino, el espacio de almacenaje en la cajuela de 300 litros (10.5 pies cúbicos) es mayor de lo que te podrías imaginar.
La propulsión del auto suizo está a cargo de un motor eléctrico de 20 caballos de fuerza y 81 libras-pie de torsión. Esto le da una velocidad máxima de 56 millas por hora (90 kilometros por hora). La compañía ofrecerá el auto con dos opciones de baterías: una de 8 kWh con un rango de 78 millas (126 kilometros) y una más grande de 14.4 kWh con 125 m (202 km) de rango.
Microlino, el legendario BMW Isetta para el Siglo XXI
La carga del auto mediante una salida convencional toma cuatro horas en llenar la batería, teniendo un costo de aproximadamente 1.5 € o $1.8 al tipo de cambio actual.
A pesar de contar con más de 7,200 órdenes para el Microlino, este año se producirán sólo 100 unidades y en 2019 la producción se elevará hasta las 5,000 unidades anuales.
El auto será armado en Italia en las instalaciones de Tazzari, quien es dueña del 50% de la compañía Microlino AG. La producción comenzará a finales de este año y el costo será de 13,000 € o unos $15,000.