Test Porsche 911 de Resistencia en Condiciones Extremas

Por Javier Mota - 2018/11/05

El Test Porsche 911 de resistencia en condiciones extremas, es la prueba final antes de la saluda al mercado a mediados de 2019, para asegurar los más altos niveles de calidad por los que son reconocidos y premiados los modelos del fabricante alemán.

Los ingenieros especializados de Porsche trabajan al límite con prototipos para completar el programa final de pruebas alrededor del mundo, poniendo bajo fuerte presión a este deportivo clásico.

Los modelos de prueba viajan entre zonas climáticas con diferencias de temperatura de hasta 185 grados Farenheith (85 grados C), ruedan por desniveles de más de 2.5 millas, soportan grandes atascos de tráfico en las principales ciudades y establecen nuevos récords en los circuitos.

Después de todo esto, cada componente del vehículo debe funcionar de forma tan fiable como lo hacía inicialmente.

Todo esto permitirá que la 8va. generación del Porsche 911 continúe con la tradición de ser el mejor 911 de todos los tiempos.

“Además de sus extraordinarias prestaciones, la idoneidad para el uso cotidiano es lo que siempre ha distinguido al 911”, dijo Andreas Pröbstle, Jefe del Proyecto Global del Porsche 911. “Por eso probamos el auto en todo tipo de condiciones, en todas las regiones y climatologías. El tren de rodaje debe funcionar tan bien como los fluidos, los sistemas, los procesos operativos o las pantallas; esta es la única manera de poder cerciorarnos de que el vehículo está capacitado para rodar en cualquier parte del mundo sin problemas”.

Test Porsche 911 de resistencia en condiciones extremas

Las pruebas se centran primero en las áreas donde Porsche tradicionalmente ha tenido más experiencia, como el chasis y el motor, que se han mejorado más aún para aumentar tanto las prestaciones como la facilidad para el uso diario.

Adicionalmente, hay unos tests de funciones y de estrés para todo el nuevo concepto de manejo de la cabina, así como para los instrumentos y pantallas.

Los nuevos sistemas de asistencia a la conducción y de la aumentada conectividad también han de superar los retos de unas extenuantes pruebas maratonianas: el Porsche Connect varía de un país a otro, por lo que para comprobar su funcionamiento y funciones se necesitan muchos recursos.

En países cálidos como Estados del Golfo Pérsico, en Oriente Medio, o el Valle de la Muerte, en Nevada, la climatización interior, la gestión térmica y el comportamiento de la gasolina necesitan someterse a pruebas de funcionamiento en temperaturas que superan los 122 grados F (50 C), en las que, por ejemplo, los componentes del interior no deben expandirse o contraerse ni hacer ruidos cuando se exponen al calor.

En las temperaturas finlandesas de -35 F (-35C), el programa de pruebas se centra en áreas como el arranque en frío, la calefacción y el aire acondicionado, la tracción, el comportamiento del auto y la frenada, así como la velocidad de respuesta de los sistemas de control relacionados con la conducción.

Las duras y exigentes carreteras del Círculo Polar Ártico ofrecen las condiciones óptimas para probar un deportivo, mientras que los recorridos de resistencia del nuevo 911 se han llevado a cabo en circuitos y calzadas de China, con un tipo de tráfico que es típico de ese país, donde también se puede comprobar el funcionamiento fiable del vehículo con gasolina cuya calidad varía mucho.

El circuito de Nürburgring tradicionalmente forma parte de las rigurosas pruebas  y del programa de desarrollo de Porsche. El motor, la transmisión, los frenos y el chasis deben demostrar su valía en la exigente pista de la región de Eifel.

En Italia, los autos de prueba se conducen en el anillo de alta velocidad de Nardò, donde no sólo se verifica la máxima velocidad sino también la refrigeración y el comportamiento.

Estos vehículos alcanzan el punto más bajo de sus pruebas de resistencia en el Valle de la Muerte, que desciende alrededor de 270 pies (90 metros) por debajo del nivel del mar.

En el lado opuesto, el fino aire del Monte Evans, en Colorado, supera alturas de más de 12,000 pies (4,300 metros), lo que supone un desafío para la carga del doble turbo y del sistema de combustible. Cuando se terminen las pruebas, los coches habrán recorrido más de 2 millones de millas en total.

Otra parte fundamental de estas pruebas extremas, son las orientadas al uso diario que hará el dueño, que se llevan a cabo en las ciudades y carreteras de Alemania.

En esta parte del programa también se recorren un buen número de millas y se cumple con todas las normas de tráfico, para garantizar que todo el vehículo y sus sistemas sean duraderos y óptimos para el uso diario.

 

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