A nadie debe sorprenderle saber que Bugatti está en una incesante obsesión por la perfección. Poco menos podría significar no sólo problemas de desempeño o estéticos, sino malfuncionamientos con consecuencias catastróficas. Para lograr dicha perfección necesita contratar diversos especialistas como un metrólogo para mantener ese nivel de calidad.
¿Qué es un metrólogo?
Un metrólogo utiliza mediciones precisas para garantizar que un proceso o producto cumpla con los más altos estándares. El nombre de este técnico y artista en Bugatti es Gregoire Haller-Meyer. Él se encarga de medir y analizar todos los componentes para asegurarse de que estén perfectamente instalados.
Este trabajo hace uso de herramientas manuales y escáneres 3D de alta precisión con una precisión de hasta 0,005 mm. Si se descubre un componente que se desvía en su construcción o ubicación de las medidas definidas por Bugatti, es necesario investigar la raíz del problema. Los hallazgos se discuten con los ingenieros y artesanos de la marca de hiperautos para reemplazar un componente o adaptar uno existente. Una vez resuelto, Haller-Meyer también garantiza que la falla no vuelva a aparecer.
En caso de que se presente una imperfección menor, Haller-Meyer tiene la tarea de averiguar por qué ciertos componentes no cumplen con los requerimientos. Una desviación de solo un milímetro (0,039 pulgadas) podría provocar ruidos indeseables a altas velocidades.
Perfección en cada Bugatti
Este tipo de trabajo no está limitado a ningún auto de Bugatti. Ya sea un Chiron, una edición especial como el Centodieci, o un auto único como La Voiture Noir, todos reciben el mismo nivel de escrutinio. Si alguna vez te has preguntado por qué Bugatti tarda tanto en entregar un automóvil, esto explica una de las razones.